Cada década ha tenido sus propios iconos de terror, la mayoría impulsados por la influencia del mundo del cine. 

Es imposible entender los años 70 sin pensar en El exorcista, La profecía o Alien: el octavo pasajero; y lo mismo sucedió durante los 80, con la llegada de clásicos como Pesadilla en Elm Street, Viernes 13 o Noche de miedo. 

Pero probablemente si existe una década cinematográfica en la que se hicieron cintas de miedo más revolucionarias e influyentes, cuyo legado ha trascendido más allá del tiempo y está presente también en nuestros días, esa fueron la de los 90. 

Aquí te dejamos una colección de películas de terror que cambiaron el género para siempre, y que aún siguen dando miedo. 

Scream (1996)

Los slashers adolescentes ya existían antes de Scream, y de hecho habían sido tremendamente populares gracias a la influencia de la mítica La noche de Halloween (1978) de John Carpenter. 

Pero Wes Craven, ya consagrado como un maestro dentro de este subgénero por trabajos como la propia Pesadilla en Elm Street (1984) supo reinventarse de nuevo.

Y lo hizo con una cinta que seguía los cánones habituales, pero que a la vez era capaz de no tomarse del todo en serio a ella misma. Scream era una película de suspense con cuchilladas, muertes violentas y cierto sentido del humor. Una fórmula que todavía se utiliza en la actualidad, y que ha dado para múltiples secuelas.

El proyecto de la bruja de Blair (1999)

Cuando se estrenó, ya en el ocaso de la década, El proyecto de la bruja de Blair logró suponer un soplo de aire fresco dentro de las películas de terror. 

Su principal reclamo fue el rodarse como si se tratara de un falso documental, unas siniestras aventuras grabadas por un grupo de chavales en un bosque. 

Su realismo y peculiar estilo supuso una auténtica innovación, que luego se ha vuelto a recrear en muchas cintas (y no solo de miedo) como la taquillera Paranormal Activity o la patria REC. En su momento resultaba escalofriantes… y aún lo es. 

El sexto sentido (1999)

Seguramente El proyecto de la bruja de Blair hubiese sido la película de terror más importante de 1999, de no haber sido por otra cinta que reventó la taquilla y marcó un antes y un después dentro del cine de miedo. 

El sexto sentido: una historia de fantasmas con un tono pausado, escenas realmente inquietantes y un final del que todo el mundo hablaba. A raíz de su éxito, muchas producciones intentaron sumarse al carro, pero ninguna supo estar a su altura. 

The Ring (1998)

A finales de los años 90 el cine japonés de terror experimentó un sorprendente momento de creatividad, haciendo que desde ese instante, y durante al menos un lustro, las producciones con origen asiático se volviesen un auténtico fenómeno internacional.

Gran culpa de ello la tuvo The Ring (que tuvo remake hollywoodiense), pero también algunas otras como Dark Water (2002), Audition (1999) o La maldición (2002), todas ellas bastante recomendables. 

Cube (1997)

Aunque no fuese puro terror, por así decirlo, Cube también logró convertirse en una de las películas más inquietantes de los años 90, y otra clara demostración de que con un presupuesto limitado pero ideas originales se podía conseguir grandísimos resultados. 

Es posible que ni las secuelas, aunque entretenidas, ni todas las imitadoras que no tardaron en aparecer lograran recrear en angustioso sentimiento de la primera.

Funny Games (1997)

Aunque quizá sin tanto nombre como las películas anteriores, Funny Games no solo fue realmente original en su momento, sino que su premisa inicial ha sido copiada hasta la saciedad. Vale que esta también bebería de clásicos como La última casa a la izquierda (1972), pero supo darle un tono distinto a su historia.

En ella, lo que parecen unas vacaciones de ensueño se convierten en una inesperada pesadilla que comienza con la aparentemente aparición de un joven.