La película veraniega de Tom Cruise más extraña de todos los tiempos cumple 25 años
- En 1999 Tom Cruise, Nicole Kidman y Stanley Kubrick lanzaron un "blockbuster" veraniego que no tenía nada de convencional: era para adultos, erótico y se ambientaba en navidad. Pese a todo, fue un taquillazo, y hoy es de culto.
Es normal asociar el verano con blockbusters que pretenden atraer al público cuando este más tiempo tiene para dedicarle al ocio: en verano, durante las vacaciones. Y si encima hay una estrella como Tom Cruise de por medio, es lógico que pienses en producciones como Misión Imposible o aventuras de acción en plan Top Gun. Sin embargo, no siempre fue así.
En 1991, el protagonista de Entrevista con el vampiro o Jack Reacher lideró un proyecto que poco o nada tenía que ver con sus papeleas habituales: una película intimista, erótica y profunda que llevaba nada más y nada menos que el sello de uno de los mejores directores de la historia. Ya se han cumplido 25 años de uno los estrenos veraniegos más extraños de todos los tiempos.
Eyes Wide Shut, el sueño sensual de Stanley Kubrick
Cuando en 1999 se estrenó Eyes Wide Shut, la película contaba con alicientes suficientes como para atraer a los espectadores. Para empezar, fue la triste despedida del responsable de La naranja mecánica, El resplandor o 2001: Una odisea en el espacio, el célebre Stanley Kubrick. Además, la obra llegó a los cines después de un largo y complicado rodaje (algo marca de la casa).
Para entender también las expectativas de la película, y por si la firma de su director o su pareja principal (Tom Cruise y Nicole Kidman) no eran suficiente reclamo, hay que ponerse en el contexto de entonces. Cuando el trabajo llegó a los cines sus protagonistas llevaban seis años casados, y eran dos de los intérpretes más famosos del momento, algo que se intentó aprovechar.
De hecho, esto no fue una circunstancia que quizá terminara de beneficiar a la película. Sí, por un lado el film se vendió como una obra erótica (algo de eso hay) y bastante explicita, con el morbo de ver a ambas estrellas es situaciones íntimas. Pero precisamente mucha gente se quedó en eso, y no quiso ver el mensaje y la moraleja que Kubrick quería mostrar.
Estéticamente, el director fue capaz de dotar a la película de un tono cálido y desconcertante a la vez, con una pareja relativamente convencional del bajo Manhattan que asiste casi sin entender lo que sucede a una extraña llamada de los deseos. La película golpeaba con fuerza los convencionalismos sociales y trataba temas como los celos en la pareja sin sutileza alguna.
Un éxito veraniego sin precedentes
En líneas generales, Eyes Wide Shut no podía alejarse más de los típicos blockbusters veraniegos. No tenía efectos especiales, ni superhéroes, ni animaciones pensadas para toda la familia. Pero si todo eso no era suficiente, su estética no podía ser más inoportuna: la narración se llevaba a cabo en fechas navideñas, algo que chocaba con la época de su estreno.
A pesar de todo, la película de Tom Cruise fue un exitazo de taquilla (algo que se olvida a veces), que logró recaudar la friolera de 162 millones de dólares cuando llegó a los cines. Sin embargo no ha sido hasta ahora, 25 años después, cuando ha logrado comprenderse como lo que realmente es: el epílogo cinematográfico de un director irrepetible, se mire por donde se mire.
Conoce cómo trabajamos en ComputerHoy.