Seguro que si te hacen la pregunta, parece que la Biblia a menudo es destacada por muchos como el primer libro impreso, gracias al trabajo de Johannes Gutenberg en el siglo XV. 

El proceso de impresión de la Biblia de Gutenberg es ampliamente conocido. En 1455, Gutenberg completó su obra maestra, también conocida como la Biblia de 42 líneas — ya que el texto discurría en dos filas de 42 líneas en cada página—, que se convirtió en un hito en la historia de la imprenta y en el comienzo de la era moderna. 

Sin embargo, hay un libro que precedió a la Biblia en el mundo de la impresión y que jugó un papel fundamental en la revolución de la imprenta. Esta obra maestra se convirtió en un faro de conocimiento y tecnología en una época en que la escritura a mano dominaba el mundo.

Como ya se ha mencionado, tristemente decirte que no, la Biblia no fue la primera y hubo otra obra impresa que allanó el camino para la revolución de la imprenta.

El Sutra del Diamante: el verdadero primer libro impreso

El Sutra del Diamante es un texto fundamental en el budismo Mahayana, una de las ramas más grandes del budismo. Este sutra, que se cree que fue escrito en el siglo I en la India, es conocido por su brevedad y profundidad filosófica. Describe la naturaleza de la realidad y la ilusión, y se considera uno de los textos más importantes de esta religión.

La primera impresión del Sutra del Diamante se llevó a cabo en 868 d.C., casi 600 años antes de la Biblia de Gutenberg. Fue impreso en China durante la dinastía Tang, mucho antes de que Gutenberg perfeccionara su prensa de impresión en Alemania. Este hito histórico se logró gracias a la tecnología de impresión de bloques de madera, un método que los chinos habían estado utilizando durante siglos.

El proceso consistía en tallar caracteres y diseños en bloques de madera, que luego se entintaban y se utilizaban para imprimir sobre papel o tela. Si bien este proceso era laborioso y limitado en términos de velocidad y versatilidad, marcó un gran avance en la forma en que se compartía el conocimiento en comparación con la escritura manual.

Además, la difusión de las enseñanzas budistas, facilitada por la impresión del Sutra del Diamante, tuvo un impacto profundo en la cultura china y más allá. 

El budismo se extendió por Asia, llegando a Japón, Corea, Tíbet y otros lugares, en gran parte gracias a la capacidad de imprimir textos sagrados en lugar de depender de manuscritos escritos a mano, que eran más propensos a errores y costosos de producir.

Pese a esta revelación, la contribución de Johannes Gutenberg no debe subestimarse

La Biblia de Gutenberg fue un avance tecnológico crucial que cambió la forma en que se producían y distribuían los libros en Europa y más allá. Se considera una obra maestra tanto en términos de diseño tipográfico como de ingeniería, y su legado perdura en la actualidad.

Gutenberg la imprimió en la década de 1450 y marcó el inicio de la imprenta de caracteres móviles en Occidente. Esta innovación permitió la producción masiva de libros con rapidez y eficiencia, allanando el camino para la difusión de conocimiento en Europa. 

Fue el punto de partida para una revolución en la producción de libros que cambió radicalmente la forma en que la humanidad compartía información y conocimiento. 

A lo largo de los siglos, la tecnología de la imprenta evolucionó, pasando de los caracteres de metal móviles a las prensas de vapor y, finalmente, a las modernas impresoras digitales. Sin embargo, el impacto inicial de Gutenberg fue el punto de inicio de esta transformación.