Cualquier persona en este mundo conoce a Bill Gates. El genio de Seattle (Washington, Estados Unidos) fundó Microsoft el 4 de abril de 1975 y, desde entonces, ha sido una de las figuras más influyentes de la modernidad.

Durante sus cuatro décadas en activo, Bill Gates ha aprendido de todo. Sobre los negocios, sobre las relaciones personales, sobre la vida en general. Por eso hoy traemos sus mejores consejos, los cuales te van a ayudar si estás en un punto complicado de tu vida.

Hace unos días CNBC emitió una entrevista con Bill Gates, quien tuvo una sesión de preguntas y respuestas con estudiantes de Harvard, donde reveló que, cuando puso en marcha Microsoft, tenía sus dudas y temía que su negocio fracasara.

Con el tiempo, encontró la manera de desconectar de esas distracciones y aprender a confiar en sus capacidades y en su idea. De ahí salió una serie de consejos que hoy te traemos para que, de primera mano, conozcas cómo afronta Gates los retos y la vida en general.

No tengas miedo al fracaso, ya que aprenderás de tus errores

Bill Gates reveló una vez que cometió un error que hizo que Microsoft perdiera millones de dólares. Sabía que los smartphones eran el futuro, pero tardó demasiado en tomar la decisión de sumergirse en ese mundo. Google se le adelantó creando el primer Android.

Ese fracaso no hizo que Gates tirara la toalla, y decidió encontrar una lección en ese momento. Aprendió la importancia de acertar con el momento oportuno, antes de que otro se te adelante con una idea. Los errores no son el fin del mundo: acéptalos como oportunidades de crecimiento y mejora.

No huyas de los retos  

Desde los primeros días de Microsoft, Gates aprendió que "las cosas son arriesgadas y más vale que no te equivoques de camino", tal y como informó la CNBC. 

Para ganar confianza, Gates decidió ver estos retos como obstáculos que superar y una forma de utilizar su mente y sus habilidades para alcanzar un objetivo; haría un cambio mientras encontraba un propósito.

En lugar de preocuparse por todo lo que temía no conseguir, decidió centrarse en lo que podía aportar y en las cosas que podía hacer.

No compares ni te desesperes

Es una buena idea ver lo que hacen tus competidores para hacerte una idea de lo que deberías hacer tú o de lo que puedes ofrecer que otros no estén haciendo, pero desconfía de fijarte en el progreso y el éxito de los demás para luego compararlos contigo mismo.

Cada uno tiene su propio ritmo y algunos caminos son más largos y lentos, pero eso no significa que estés haciendo las cosas mal o que tengas que cambiar. Compararte con los demás puede hacerte sentir frustrado o abrumado, y eso afecta a tu forma de trabajar y desarrollarte.

Puede impedirte encontrar formas más creativas o diferentes de resolver los problemas y retos a los que te enfrentas.

No renuncies a tus sueños por seguir los de otra persona 

Seguir el sueño de otra persona puede parecer más fácil, sobre todo cuando ya se ha despejado un camino, pero también puede llevarte a sentirte insatisfecho y desmotivado.

Es importante luchar por lo que quieres y defender tus ideas y proyectos, aunque parezcan difíciles y el éxito tarde en llegar más de lo que te gustaría.

Bill Gates no estaría donde está hoy si hubiera tomado la decisión de no crear su empresa porque era difícil o porque nadie podía decirle exactamente cómo debía hacerlo.