En la década de 1970, Gary Dahl, un creativo publicista de California, tuvo una idea que inicialmente parecía absurda, pero que, al final, lo convertiría en millonario: la Pet Rock. Lo que comenzó como una broma entre amigos acabo, materializándose en un fenómeno cultural que dejó una huella duradera en la industria del juguete y la cultura pop.

La chispa que encendió la llama de la Pet Rock ocurrió en 1975 durante una reunión con amigos, donde se bromeaba sobre la simplicidad de tener una mascota en forma de roca. 

Gary Dahl transformó esta conversación en un producto real. La propuesta era simple: una piedra en una caja con agujeros para que pueda "respirar" aire y un manual en tono humorístico sobre el "cuidado y alimentación" de la peculiar mascota. 

La simplicidad y sobre todo la ironía que se esconde detrás eran clave para su atractivo. Además, Dahl sabía, como buen publicista, que el éxito de Pet Rock dependía de presentarlo como un producto sin grandes florituras y sin esperar nada a cambio.

Una mascota roca que consiguió hacer millonario a su creador. ¿El secreto? Nadie lo sabe

Invirtió en el embalaje y el proceso de marketing, en el que claramente es un experto, y creó una historia ficticia sobre el origen de las mascotas roca, afirmado que fueron "entrenadas" en México por un cuidador llamado Pedro. Estos detalles aparentemente absurdos al final parece que consiguieron enganchar.

El lanzamiento de Pet Rock coincidió con la temporada navideña de 1975, convirtiéndose rápidamente en una sensación. La gente lo compraba como un regalo divertido para amigos y familiares y la verdad es que esas fechas eran perfectas para este tipo de regalos —qué hubiese ocurrido si su lanzamiento hubiese sido en verano, por ejemplo—.

10 inventos de hace más de 250 años que se siguen usando actualmente

Sin embargo, su viralidad terminó por explotar cuando Dahl fue entrevistado en programas de televisión como The Tonight Show. Al final de la Navidad, había vendido más de un millón y medio de Pet Rocks a 4 dólares cada uno, lo que le convirtió en millonario en escasos meses.

Lógicamente, y como suele ocurrir en estos casos, todo lo que sube con fuerza baja de la misma forma y terminó siendo una moda pasajera —aunque ahí quedan esos millonarios beneficios—. Además, demostró con esto que no hay un camino 100% seguro para seguir y que lo que funciona hoy, no lo hace mañana.

Eso sí, aún puedes comprarlo en algunas webs, por un precio algo más desorbitado, pero oye, si a ti te apetece tener una mascota en forma de roca que no te va a pedir comida ni que la saques a la calle, que sepas que puedes hacerte con ella.

Aunque Dahl continuó creando otros productos del estilo, ninguno alcanzó la misma magnitud y el éxito que Pet Rock. Esto es como las canciones que se hacen virales. Al poco tiempo el cantante saca un nuevo tema que finalmente no consigue el mismo éxito.

Al final, la creatividad y la suerte, en cierta forma, de Gary Dahl transformaron una simple broma entre amigos en un fenómeno cultural que sigue siendo recordado décadas después. Pet Rock desde luego fue bastante efímero, y no es para menos viendo su utilidad, pero su impacto claramente perdurará en la mente de los que compraron el producto o incluso entre aquellos que se han quedado con las ganas.