No mires arriba es la gran sorpresa de Netflix esta Navidad: ¿merece la pena?

Cuando el viernes se estrenó No mires arriba ya se esperaba que fuese un gran éxito. Igual que Alerta roja atrajo la atención de los suscriptores solo con el nombre de los actores, aquí se cuenta con un reparto casi inigualable, pero hay muchos más aspectos que han convencido a la mayoría de espectadores.

Se debe reconocer que la película con Leonardo DiCaprio, Jennifer Lawrence y Meryl Streep es actual en todos los sentidos. La sinopsis resulta muy sencilla: un grupo de astrónomos descubre que un cometa viene dirección a la Tierra y que acabará con todo el planeta, pero al anunciarlo las reacciones no son las esperadas en ningún ámbito.

Políticos, medios de comunicación, empresarios, usuarios de redes sociales... Parece que para nadie es realmente importante la proximidad de la muerte, cada uno está atrincherado en sus discusiones y ambiciones personales o profesionales.

Tal como afirman en las críticas de No mires arriba, esta película "refleja los grandes males de nuestro sistema capitalista" porque "El humor impregna una película en la que se denuncia la corrupción política, la forma en la que los medios anestesian a las grandes audiencias, las redes sociales nos manipulan y las grandes corporaciones siempre ponen por delante sus intereses".

Pero no se debe pensar que No mires arriba es una película complicada de ver o que se pierde en la crítica, al contrario. Esta es una comedia que se disfruta desde el primer minuto. Sátira inteligente, bromas tontas, ironía, humor negro... Su mayor acierto se encuentra en que puede encajar con casi cualquier tipo de espectador.

Además, es una historia en la que no es complicado ver el reflejo de políticos, medios de comunicación muy concretos y gurús del sector tecnológico que son tan amados como detestados en la realidad.

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Quizá en esta descripción tan pormenorizada de nuestra sociedad se encuentran algunos de los pequeños problemas que tiene No mires arriba. El largometraje dura 145 minutos y no hubiese perdido calidad en el caso de recortarse algunos momentos o quitar tramas secundarias.

Aunque no ha deslumbrado, en general si ha gustado mucho y se puede considerar uno de los grandes aciertos de 2021 de Netflix. No mires arriba ha logrado que los espectadores dejen de hablar de Fue la mano de Dios en poco tiempo y que todos comenten detalles de la historia, desde la crítica a los negacionistas a los momentos más hilarantes. 

Antes hemos citado Alerta roja, que también tuvo gran audiencia, pero en este caso además ha convencido en cuanto a calidad, algo que no siempre ocurre en Netflix. Por eso, si te apetece verla, aquí tienes el enlace a la película. Te aseguramos que vas a divertirte.