El exoesqueleto que consigue que andes un 40 % más rápido sin esfuerzo extra
Mucha gente necesita ayuda para andar, ya sea por un problema médico o porque con la edad se pierde fuerza y resistencia. Ahora, un equipo de científicos ha inventado un exoesqueleto que puede ayudar a millones de personas.
Con el objetivo de ayudar algún día a las personas con problemas de movilidad, científicos de la Universidad de Stanford han estado trabajando en un exoesqueleto de tobillo diseñado para facilitar la marcha. Es como llevar un robot en las piernas, sin la incomodidad del traje.
El grupo acaba de presentar su primera versión sin ataduras para su uso más allá del laboratorio, que ajusta su nivel de asistencia sobre la marcha y ofrece un impulso similar al de quitarse una mochila de 13 kg. Iron Man queda muy lejos de este concepto.
Hemos visto un par de ejemplos recientes de estos exoesqueletos diseñados para ofrecer asistencia en la articulación del tobillo. En una investigación publicada el año pasado, el equipo demostró una versión del dispositivo que podía aumentar la velocidad de marcha del usuario en un 40 %.
Las versiones anteriores de los exoesqueletos de tobillo eran emuladores, lo que significa que implicaban complicados montajes de laboratorio con cables, cintas de correr y motores externos. Es decir, versiones muy poco prácticas.
Cómo funciona el robot que te ayuda a andar
Al conectar a los sujetos a estos emuladores, los investigadores pudieron recopilar datos de movimiento y ajustar los sistemas para ofrecer el nivel óptimo de asistencia en función de la marcha y gasto energético.
Estos emuladores fueron clave para la investigación y el desarrollo del equipo, y permitieron un alto grado de individualización con asistencia adaptada al sujeto. Pero tienen limitaciones obvias en lo que respecta al potencial de estos exoesqueletos en el mundo real.
El nuevo exoesqueleto es una bota robot motorizada que aplica un par de torsión en el tobillo, realizando así parte de la función del músculo de la pantorrilla, ayudando al usuario a impulsarse con cada paso. Y mucho más cómodo que un traje convencional (ojalá el de Iron Man, pero no).
La bota lleva incorporados unos sensores baratos para controlar el movimiento y utiliza algoritmos de aprendizaje automático para adaptar el nivel de asistencia en función de la forma en que camina la persona.
El equipo afirma que el exoesqueleto tarda aproximadamente una hora en acostumbrarse al usuario, pero una vez que lo hace, ofrece un ahorro de energía y un aumento de la velocidad equivalente a soltar una mochila de 14 kg. El exoesqueleto aún no tiene precio y su idea es médica.
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