Según se ha sabido, en las últimas semanas Nintendo está pidiendo a sus socios que limiten las microtransacciones en sus juegos. El gasto excesivo que supone jugar con algunos de los más populares está haciendo mella en su imagen. En la búsqueda de una solución han comentado a sus socios una serie de medidas entre las que entra precisamente la limitación de las microtransacciones en sus juegos.

Entre los cambios que se han visto en el sector en los últimos tiempos se ha incluido el que se busquen fórmulas para prolongar la vida útil de un juego con “servicios en vivo” y extensiones. Otro, el más polémico, es el aumento de las opciones de compra de objetos y posibilidades, sobre todo a través de los juegos de móviles.

La empresa lleva décadas en el sector y siempre ha tratado de mantener una ejemplaridad y alejarse de polémicas para vender una imagen amigable de los juegos. Pero eso le ha llevado a enfrentarse a una realidad en la que la competencia está empujando hacia la obtención de beneficios a toda costa. La misma empresa está sufriendo una desaceleración importante en la venta de hardware que ha empujado a limitar sus contrataciones y recortar sueldos en mandos medios y altos.

Las ofertas de Nintendo de esta semana en Amazon

Ante los conflictos a los que se pueda enfrentar, Nintendo ha optado de momento por pedir (o aconsejar) esta medida, pero no ha prohibido las microtransacciones. Aunque tampoco se ha descartado ninguna opción de cara al futuro. 

Los problemas de ludopatía que conlleva la compra de material a través del teléfono, la imposibilidad de controlar la edad de la persona que realiza la compra, la falta de límite en las compras… Son muchos los dilemas éticos que pueden surgir del abuso de las microtransacciones en el mundo del videojuego, que encima suele estar asociado en el caso de Nintendo a un público más joven.

Empresas como Sony anunciaron hace dos años que tenían intención de invertir en este tipo de negocio en el futuro y prácticamente todas están haciéndolo a día de hoy, pero el debate no es nuevo y cada negocio decidirá hasta qué punto quiere sacar beneficios de estos mecanismos.