La gente de Valve nos sorprendió en julio con el anuncio de que lanzaban una consola portátil y potente, al estilo de Nintendo Switch pero con todo el ecosistema de Steam. Por fin podríamos jugar a nuestra enorme biblioteca de juegos de PC mientras el bus nos lleva a la universidad.

La expectación, además, venía por la parte técnica, ya que Valve se había aliado con AMD para lanzar una consola portátil sin arquitectura ARM, como sí pasaba en la Nintendo Switch donde optaron por funcionar con Nvidia y su procesador X1.

En vez de esta clásica solución eficiente, en Valve tiraban por funcionar con AMD y su arquitectura Zen 2 (la de los procesadores Ryzen 3000) junto a una gráfica RDNA 2 (las más modernas GPUs de la compañía americana).

Por este motivo, desde que se anunció su lanzamiento, la Steam Deack ha suscitado mucho revuelo por todos los amantes del hardware, ya que la potencia que daba esta combinación era de unos 2 TFLOPs, más que la PS4 y Xbox One original (aquí todas las características de la consola).

Y, ahora, ya tenemos los primeros benchmarks de rendimiento gracias a un usuario que ha tenido acceso a un kit de desarrollo, el cual es posible que incluso sea un poco menos potente que la versión final. Estos son los resultados de las pruebas:

Como explican en la filtración, los juegos se han jugado a la resolución nativa de la Steam Deck, por lo que hablamos de 1280x800 px (HD) en una pantalla de 7" de tecnología LCD.

Por este motivo, las tasas de imágenes por segundo que reflejan algunos de los juegos más importantes de los últimos años son para celebrar, ya que en todos los casos hablamos de medias de 30 FPS hacia arriba, por lo que jugar no será problema.

Especial atención en el Cyberpunk 2077, el cual jugándolo en alto da unas medias de consola de antigua generación (30 FPS), así que seguramente se puedan rascar unos cuantos FPS tocando propiedades.

Como detalle, en las pruebas de rendimiento, la Steam Deck en su parte central alcanzaba los 43º grados, y los mandos rozaban los 30º, por lo que no la temperatura, al menos en verano, sí puede ser un problema serio a la hora de jugar partidas largas.

La batería, para terminar, llegaba de forma holgada a las 3 horas de juego ininterrumpidas, y según el filtrador podrían llegar a las 4/5 horas en casi todas las circunstancias, por muy exigentes que sean los juegos. Los jugadores podemos estar de enhorabuena.