Un equipo de científicos de la Universidad de Auckland en Nueva Zelanda ha diseñado un teclado de goma que se caracteriza por ser flexible y programable y que se podría utilizar para dispositivos wearables, entre aplicaciones de otro tipo.

Está fabricado con elastómero dieléctrico, que es un tipo de caucho que se puede estirar y malear sin que su forma inicial se vea deformada ni dañada.

Gracias a estas cualidades, se trata de un material perfecto para elaborar componentes resistentes y durables que tienen la capacidad de adaptarse a cualquier forma o superficie, para, por ejemplo, enrollarse sin problemas en el brazo de un usuario. 

El equipo ha fabricado este teclado de goma a partir de una única estructura laminada con dos capas sensibles orientadas con 90 grados de diferencia. De este modo, se puede aprovechar su emparejamiento mecánico y al mismo tiempo existe una separación eléctrica. Así, el sensor del teclado puede registrar un total de nueve posiciones distintas. 

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"Un beneficio clave de nuestro teclado es que es sólo una delgada lámina de goma. Se puede envolver alrededor de cualquier objeto y convertirse en un teclado", explica Daniel Xu, uno de los investigadores del equipo. "También se puede convertir en una piel sensible para detectar y capturar el movimiento, lo que resulta muy útil para los atletas, los médicos y los nuevos controladores de gestos interactivos", concluye el científico. 

Para probar las funcionalidades que apunta Daniel Xu, el grupo ha utilizado el teclado de goma para programar un guante sensible con el que interactuar en juegos de disparos, demostrando que se puede emplear para el control direccional con éxito. 

En la actualidad, los investigadores están trabajando con la empresa StretchSense para desarrollar wearables y otros dispositivos aplicando esta tecnología. 

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