La sede central de Qualcomm en San Diego debe ser ahora mismo un hervidero. La compañía fabricante de semiconductores y módems móviles no gana para demandas. Por un lado la que acaba de presentar Intel y por el otro la más importante, la que mantiene contra Apple. Es la que atañe al iPhone la que ha motivado que Qualcomm se meta un gol en propia portería confirmando la existencia del Snapdragon 845.

Este procesador debería ser el más potente de 2018, al menos si Qualcomm sigue manteniendo la serie de nombres que va otorgando a sus chips. Bien es cierto que antes veremos el 836, el procesador que supone un paso intermedio en otoño, el papel que el año pasado jugó el 821.

Ha sido la propia compañía la que ha confirmado la llegada del Snapdragon 845 en un error de bulto, y es que en la demanda presentada contra Apple aparecen listados todos los productos de la firma que están sujetos a copyright. Hay un apartado en el que se enumeran varios procesadores, uno de ellos el misterioso SDM845.

De los demás mencionados, todos nos suenan, o casi todos. El único que pareció darse cuenta en un principio fue el periodista Roland Quandt, que alertó en su Twitter sobre el error de Qualcomm al mencionar productos que, pese a estar registrados, aún no han sido desvelados.

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No es que esta noticia vaya a causar una crisis en la compañía californiana. Era de esperar que la próxima generación de SoC móviles la liderase el Snapdragon 845. Al menos no se han filtrado las características del que seguramente será el procesador del Samsung Galaxy S9 y el resto de gama alta del año que viene.

El problema que mueve a esta y otras empresas a meterse en litigios millonarios es el elevadísimo coste que tiene cada uno de estos componentes. Innovar en tecnología es tremendamente caro, como pudimos comprobar cuando visitamos la sede de Qualcomm. En esta firma no se escatima en gastos a la hora de desarrollar software y hardware, motivo más que suficiente para tratar de proteger sus patentes en los tribunales.