Una joven estudiante de la escuela de negocios de Harvard ha llamado la atención de la industria de la belleza y de la imagen personal, gracias a su dispositivo para imprimir maquillaje sobre la piel.

Grace Choi, que así se llama la inventora, presentó en sociedad Mink, una pequeña impresora de maquillaje 3D cuyo precio es de 200 dólares.

Mink permite a las usuarias seleccionar cualquier color que hayan visto en Internet e imprimirlo como una sombra de ojos, colorete, brillo de labios o cualquier tipo de base con la misma tinta que se puede encontrar en una impresora doméstica.

"La industria del maquillaje hace una gran cantidad de dinero a base de ofrecer un montón de ******", afirma Choi. "Ellos cobran una enorme cantidad de dinero por algo que la tecnología ofrece de forma gratuita. Este "algo" es el color."

Mink funciona como una impresora de inyección de tinta en el que todo lo que se necesita es el software de impresión, junto con un selector de color para seleccionar el color que se desea imprimir. Este selector se encuentra en programas comunes como Photoshop.

Se espera que la industria mundial de cosméticos llegue a generar más de 250 mil millones de dólares en 2017, según la firma de investigación Lucintel.

Si el la impresora de maquillaje llega a comercializarse, se alterarán los métodos de distribución tradicionales, en parte gracias a un público acostumbrado al uso de las nuevas tecnologías y sin unos hábitos de compra establecidos.

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La inventora de este dispositivo que permite imprimir maquillaje sobre la piel dio a entender que una de las principales empresas de impresión ya ha manifestado su interés en Mink y espera que sea lanzado a finales de este año.