La pandemia del coronavirus lo cambió todo con su llegada. Además del shock, las limitaciones, la crisis laboral y casi cualquier aspecto que se nos ocurra, los hábitos de compra también se modificaron y a la hora de buscar alimentos los ciudadanos optaron por los hipermercados y las tiendas de barrio como solución más directa.

El porqué es fácil de detectar: cercanía y el pasar el menor tiempo posible fuera de casa. Ante un reto similar los comercios supieron reaccionar y abastecer a la clientela en gran medida. Hubo alimentos que faltaron, pero en algunos casos fue casi más por modas que por necesidad pura y dura, como puede ser el caso de la levadura.

Desde mayo se ha visto que la compra en hipermercados crece por primera vez en tres lustros, tal como indican en Business Insider España. Aunque esto también ha ido acompañado de la progresión habitual en la compra online.

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Esta pulsera inteligente de Xiaomi está disponible en Asia y algunas tiendas españolas, como por ejemplo Amazon. Viene con mejor autonomía y más precisión en los sensores.

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Según la información recopilada en el sector Horeca, los factores determinantes han sido la cercanía y los precios bajos. El poder ofrecer una compra completa y rápida también ha influido, así como uno de los principales problemas de la compra online: que no suele recoger las compras de carga.

Parece que cualquier planteamiento que se tenía a principio de 2020 ha quedado borrado del mapa, la pandemia ha cambiado los hábitos durante su estancia y conseguido que después también se encuentren variaciones, un redescubrimiento de cierto modo de realizar las compras que parecía dejarse de lado.

Ahora queda por ver cómo funciona la compra online y las fórmulas que buscan para convencer a aquellos clientes que ni durante la cuarentena han optado por ella. En definitiva, se plantean muchos retos de cara al futuro.