Es muy importante que podamos dormir al menos unas ocho o nueve horas diarias para salvaguardar nuestra salud, pero a veces por distintas circunstancias como el trabajo o los estudios no es posible, pero el cambio climático puede acrecentar esas noches en las que dormimos cada vez menos.

Y es que las temperaturas más cálidas van a costar a los seres humanos de 50 a 58 horas menos de sueño por persona por año para finales de este siglo, una pérdida de sueño que sería de unos 10 minutos aproximados por noche y que evidentemente ocurre por el aumento de las temperaturas nocturnas por el cambio climático.

El estudio ha sido publicado en la revista One Earth con datos recopilados de pulseras y relojes inteligentes que miden la duración del sueño de más de 47.000 personas en 68 países diferentes entre septiembre de 2015 y octubre de 2017.

El coautor del estudio, Kelton Minor, ha señalado que “encontramos que las noches que fueron aleatoriamente más cálidas que el promedio erosionaron la duración del sueño de las personas en todo el mundo”, en declaraciones a HealthDay News.

Los investigadores señalan que la probabilidad de dormir menos de siete horas aumenta en un 3,5 % si las temperaturas mínimas exteriores nocturnas se siguen superando debido al cambio climático.

Y es que es evidente que el calor afecta de forma negativa el sueño, ya que la temperatura corporal de la persona debe descender para conciliarlo. Y es que el cuerpo humano arroja calor cuando vamos a dormir, por eso será más difícil a medida que aumente la temperatura.

La falta de sueño es algo bastante peligroso, porque cuenta con implicaciones potenciales para la salud entre las que se incluyen las enfermedades del corazón.