Es un fenómeno que apareció de la noche a la mañana en el 1885, y desde entonces se repite cada año por las mismas fechas. Pero este año las nubes azules de la Antártida han llegado mucho antes de lo previsto, y los científicos no consiguen explicarse el motivo.

Hasta ahora, las espectaculares nubes de color azul que cubrían durante algunos días buena parte del Polo Sur -y que podían ser vistas incluso de noche- siempre hacían aparición prácticamente ya empezado el mes de diciembre.

Este año se han batido todos los récords, porque este fenómeno de la Antártida ha hecho saltar todos los avisos de la NASA al empezar a desarrollarse en los cielos del Polo Sur el día 17 de noviembre. En los años anteriores, el fenómeno nunca había aparecido hasta prácticamente los últimos días del mes de noviembre.

Por si no fuera suficiente con el misterio que todavía no ha explicado el origen de estas nubes que se pueden ver incluso de noche, ahora se añade la incógnita acerca de por qué la capa azul que cubre durante algunos días el Polo Sur ha decidido empezar a adelantar su visita anual. Según los peores pronósticos, estas apariciones cada vez más precoces podrían estar influenciadas por el cambio climático.

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Las nubes azules de la Antártida (también conocidas como nubes noctilucentes) se dejan ver cada año durante algunos días en el Polo Sur. Alcanzan una altura de entre 80 y 100 kilómetros, y se pueden ver incluso desde el espacio. De hecho, vistas desde el exterior de la Tierra, las nubes pueden dar incluso la sensación de estar fuera de la órbita terrestre.

El fenómeno que origina la aparición de estas nubes tampoco ha sido todavía descubierto. Los científicos están seguros de que el origen de las misteriosas nubes de la Antártida se remonta al año 1885, y su aparición se relaciona con la evolución del volcán Krakatoa (en Indonesia) que tuvo lugar dos años antes de que empezaran a aparecer estas nubes.

El motivo de que cada año aparezcan antes estas nubes es, ahora mismo, un misterio todavía más grande que el de la explicación de su propia existencia.

[Más información: Nota de prensa de la NASA]