No estamos en la Guerra Fría, pero sí parece que vivimos una nueva carrera espacial. La diferencia es que ahora Estados Unidos y Rusia no son los mayores contrincantes, a esta carrera se ha unido China. Y mientras Estados Unidos quiere ir a la Luna de nuevo, China está conquistando la cara oculta de la Luna.

El pasado sábado, la agencia espacial china lanzó una sonda, la Chang’e-4, con el objetivo de, en una semana, llegar a la órbita lunar y aterrizar, más adelante, en la llamada cara oculta de la Luna. Lo que hay en esta zona de nuestro satélite es un misterio ya que, como su nombre bien refleja, no es visible desde la Tierra, lo que impide que los telescopios la estudien.

China quiere ser la primera potencia en aterrizar en la cara oculta de la Luna, algo que anunció hace unos años y que no es sencillo debido a los cálculos de parábola que hay que efectuar, pero hace unas horas entró en la órbita del satélite con el objetivo de posarse en su objetivo. Ahora bien, ¿qué hay en la cara oculta de la Luna para que esto sea un hito en nuestra historia?

Realmente, a eso va la Chang’e-4, a descubrirlo. Y es que, el objetivo de la sonda china es recopilar información de la superficie lunar para su posterior análisis y determinar qué compuestos hay en dicho lugar. Además, se pretende que esta misión nos dé más información sobre el origen de nuestra luna.

Ahora bien, ¿cómo se comunicará la Chang’e-4 con la Tierra? A comienzos de este año, China lanzó un satélite que hará de intermediario entre la sonda que ahora está en la Luna y las bases terrestres. 

La sonda tomará ‘’tierra’’ en algún momento de enero del año que viene, en dos semanas, vamos, y se espera que una segunda sonda, la Chang’e-5, pueda emprender el vuelo en un futuro. Eso sí, antes, la actual tendrá que volver a casa, y será a finales de 2019 cuando la Chang’e-4 regrese. Veremos qué datos y muestras nos trae.