El Very Large Telescope (VTL), un telescopio del Observatorio Europeo Austral (ESO por sus siglas en inglés) ha captado imágenes del posible nacimiento de un planeta, y son verdaderamente asombrosas. 

Los astrónomos han identificado miles de exoplanetas pero, tal como reconoce Anthony Boccaletti del Observatorio de París, director del estudio que ha permitido llevar a cabo este hallazgo, todavía se maneja poca información acerca de cómo se forman.

Los científicos saben que el nacimiento de los planetas tiene lugar en los discos de polvo y gas que se forman alrededor de las estrellas jóvenes, conocidos como discos protoplanetarios. No obstante, hasta el momento muy pocas observaciones han podido detectar indicios de planetas recién nacidos en ellos. De hecho, hasta el año 2018 no vimos la primera imagen de un planeta recién nacido.

Hace un par de años, el Atacama Large Milimeter/submilimeter Array (ALMA), un telescopio que ESO opera junto con sus socios internacionales, detectó los primeros indicios de la formación de un planeta alrededor de AB Aurigae, una estrella joven situada a 520 años luz de la Tierra, en la constelación de Auriga.

Más tarde, a principios de 2020, el equipo dirigido por Boccaletti se propuso captar una imagen más clara del evento. Para ello, dirigieron hacia la estrella el instrumento SPHERE (Spectro-Polarimetric High-contrast Exoplanet Research instrument), un poderoso buscador de planetas, lo que les permitió obtener unas imágenes de gran calidad para observar el nacimiento del planeta. 

Estas asombrosas fotos nos muestran la espiral de polvo y gas que gira alrededor de AB Aurigae. El planeta recién nacido "patea" el gas, creando "perturbaciones en el disco en forma de onda, algo así como la estela de un barco en un lago", tal como explica Emmanuel Di Folco del Laboratorio de Astrofísica de Burdeos, otro participante del estudio.

El telescopio espacial clave en el estudio de exoplanetas se jubila

Tras diecisiete años enviando datos del espacio a la Tierra, el día 30 de enero la NASA finalizó todas las operaciones de Spitzer , un telescopio de infrarrojos clave en la investigación de exoplanetas y de rincones muy remotos del universo.

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"En la nueva imagen de AB Aurigae, la región amarilla espiral que vemos cerca del centro, intensamente brillante,es uno de estos puntos de perturbación en el que el equipo cree que se está haciendo un planeta", señala ESO en un comunicado.

En el futuro será posible tomar imágenes todavía más detalladas gracias al Telescopio Extremadamente Grande (ELT) que está construyendo ESO. Con este nuevo instrumento Boccaletti espera poder ver de forma más directa y precisa cómo contribuye a la formación de planetas la dinámica del gas.