Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha desarrollado un parche que aplica una triple terapia para atacar directamente a los tumores y luchar contra el cáncer. La solución combina la acción de un tratamiento farmacológico, terapia genética y fototerapia.

Después de que un paciente se someta a cirugía para extirparse un tumor, los tratamiento convencionales utilizados para prevenir que se produzca metástasis no distinguen bien las células sanas de las cancerosas. Como consecuencia de esto se pueden producir efectos secundarios graves. 

Para evitar este problema, el parche que han diseñado los científicos del MIT está fabricado con hidrogel y es adhesivo, por lo que que se puede pegar en la zona en la que se encuentra el tumor. Los investigadores consideran que lo más adecuado es que el médico extirpe primero el tumor mediante cirugía para después aplicar el parche, para asegurarse de que no hay células susceptibles de causar que el cáncer vuelva a aparecer. 

Una vez colocado, puede liberar medicamentos, genes o fototerapia para luchar contra la enfermedad. Dado que se aplica el tratamiento directamente en el tumor, aumenta la eficacia del mismo. Y es que, de acuerdo a un estudio reciente elaborado con ratones de laboratorio, se comprobó que solo el 0,7% de las nanopartículas administradas por vía sistémica llega hasta el tumor.

Además, el parche también puede servir como un neoadyuvante, un tratamiento que se utiliza para reducir el tamaño de los tumores. 

La vacuna universal contra el cáncer está un paso más cerca

Los científicos han probado el tratamiento en ratones con cáncer colorrectal. Los resultados revelan que en el 40% de los casos el cáncer se vuelve a producir si el parche no se pone después de extirpar el tumor. Sin embargo, colocado después de la cirugía se produjo una remisión completa del cáncer.