Un equipo de investigadores del MIT y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard en Estados Unidos está trabajando en un proyecto para crear tatuajes que cambian de color dependiendo del estado de salud de la persona que los lleva. 

La investigación, que recibe el nombre de DermalAbyss, se centra en el desarrollo de interfaces biológicas que pueden transformar la piel en una pantalla interactiva. Para ello, los científicos han creado tintas especiales que en su composición cuentan con distintos biosensores capaces de cambiar de color como reacción ante determinados cambios en los fluidos corporales.

En concreto, los científicos han investigado cuatro biosensores que reaccionan a tres datos bioquímicos presentes en los fluidos corporales: por un lado, cuando se producen cambios en el pH el color pasa de morado a rosa; en segundo lugar, las tintas pasan de azul a marrón si se detectan alteraciones en la glucosa; por último, cuando se producen variaciones en el sodio o en un segundo sensor de pH cambia la fluorescencia de los pigmentos bajo una luz UV.

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Gracias a esto, al utilizar las tintas para pintar un tatuaje en el cuerpo, éste es capaz de reflejar los procesos metabólicos internos y permite que cualquier observador pueda conocer de un vistazo el estado de salud del paciente. Para llevar a cabo las pruebas, los científicos efectuaron una evaluación preliminar en piel de cerdo ex vivo, para lo que practicaron varias inyecciones en la superficie cutánea con el fin de evaluar la visibilidad y la funcionalidad de los biosensores.

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De acuerdo con sus desarrolladores, estas tintas resultarían muy útiles para aplicaciones de diagnóstico médico y seguimiento de determinados parámetros del estado de salud. Por ejemplo, los diabéticos tendrían la posibilidad de controlar sus niveles de glucosa a través de un tatuaje, en lugar de tener que practicarse pinchazos entre tres y diez veces al día.