Dicen que a partir de cierta edad se tiene la sensación de que la memoria está empeorando. Hay más desorientación, es más complicado recordar números y, en definitiva, de vez en cuando se olvidan algunas cosas. Son síntomas que en función de cada persona pueden variar, aunque se pueden combatir con antelación en cierta medida.

Se estima como edad orientativa los 50 años, aunque los problemas de memoria no afectan a todo el mundo y puede haber variaciones. Sin embargo, hay que aclarar varios aspectos. El primero de ellos es que no tiene que ser el inicio de un problema degenerativo, es consecuencia natural de la edad. Además, puede que por factores externos se acentúe durante algunas épocas.

Está pérdida de habilidades cognitivas suele ir asociado también a la pérdida de forma y la falta de actividad. Ya no solo movimiento, sino que la falta de ejercicio puede ser una de las causas.

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Lo recomendable, según los expertos, es hacer a la semana 150 minutos de actividad física moderada o 75 minutos de actividad intensa. Mediante el ejercicio se logra que el pensamiento y las habilidades de la memoria se fortalezcan, aunque parezca que solo se está corriendo, nadando o practicando un deporte individual o grupal. El cerebro lo agradece.

Pero desde la Universidad de Massachusetts se da otra clave que seguramente también es beneficiosa para cualquier tipo de persona: hay que dormir las horas suficientes para conservar la memoria y el cerebro lo mejor posible. La falta de sueño afecta a que se deteriore con rapidez en todas sus áreas.

Por lo que ya sabes, si notas que empiezas a olvidar demasiadas cosas, más que sentarte a hacer un crucigrama o sudoku, lo mejor es mantener una buena actividad física y dormir las horas necesarias, lo contrario podrá afectar a tu memoria.