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La moda de los implantes de barba llega a España

Victor Perez Rodriguez

La moda de los implantes de barba llega a España

El furor por la barba llega a las clínicas de estética, invadidas por aspirantes a hipster que sueñan con tener una barba poblada, hoy señal de modernidad y durante siglos símbolo de virilidad. La solución definitiva para los barbilampiños: implantes de barba.

“Resalta tu masculinidad”, reza uno de los anuncios de una clínica estética madrileña. Los implantes de vello facial se han multiplicado en todo el mundo. Según la Sociedad Internacional de Restauración del Cabello (ISHRS) los trasplantes de barba ocupan ya el 3,7% de todos los procedimientos de restauración de cabello, cuando en 2012 solo suponían un 1,5%.

La plataforma médica Medigo va mucho más allá y asegura que los implantes de barba han crecido un 600% durante la última década. El fenómeno va más allá de la moda hipster, entre otras cosas porque ahora los resultados de estos procedimientos son mucho mejores que hace cinco años.

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Los injertos de barba se hacen hoy de uno o, como mucho, de dos pelos por unidad folicular, consiguiendo unos resultados muy similares a la barba natural. Para el implante de barba, la zona donante más habitual es la de la nuca, ya que en esa zona el vello es más largo y permite injertar una barba más larga y abundante.

Los implantes de barba crecen como la espuma a golpe de talonario porque no son aptos para cualquier bolsillo. La intervención es muy laboriosa ya que se necesitan entre 300 y 700 injertos por cada lado de la cara, en función de la zona a cubrir y la densidad deseada.

¿Cuánto cuesta un trasplante de barba? Para llevar a cabo un implante de barba el equipo médico se suele componer de entre seis y siete personas, lo que dispara el coste de una intervención que se puede prolongar durante más de 4 horas por encima de los 6.000 euros

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The New York Times relataba hace unos días el caso de Jose Armos, un técnico en urgencias médicas de 28 años que ha recurrido al injerto de barba para disimular su cara de niño. Su aspecto, confiesa, hacía desconfiar a muchos de los pacientes que trataba. Un reflejo más de que los implantes de barba van mucho más allá de la moda hipster. 

[Fuente: The Register]

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Etiquetas: Moda