Seguramente más de una vez has visto en televisión a un supuesto experto en grafología, una persona que dice adivinar o averiguar los rasgos de las personalidad sólo viendo la letra manuscrita sobre un papel. La realidad dista mucho de esta afirmación, y es que jamás deberías creerla.

Si alguien te dice que va a adivinar qué tipo de persona eres viendo tu letra, seguramente está tratando de timarte. La otra opción es que dicha persona crea firmemente que puede hacerlo, aunque la evidencia científica ha probado una y otra vez que la grafología es una pseudociencia con escasa base.

Hasta el momento, no existen indicios de que los rasgos de la personalidad se transmitan a través de la escritura, al menos no en los suficientes casos como para indicar que hay una relación de causalidad entre una cosa y otra, algo indispensable para afirmar que existe un método para relacionar escritura y personalidad.

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Hay varios motivos por los que la grafología ha sido calificada como pseudociencia, aunque todos ellos se reducen a uno: no sigue el método científico. Esto significa que su estudio y desarrollo no cumple con los estándares que se exigen a otras ciencias, como por ejemplo que haya una muestra poblacional lo suficientemente grande o que se cumpla con el método del doble ciego.

En la mayoría de los casos, la grafología funciona cuando hay información previa sobre el individuo, de forma que difícilmente cumple como ciencia. Para que pudieras confiar en ella tendría que ser capaz de acertar tus rasgos de personalidad única y exclusivamente viendo tu letra, nada más. De lo contrario es un simple juego de probabilidades y adivinación.

Cualquier científico que tenga que someter sus afirmaciones a todo tipo de controles de calidad, se llevaría las manos a la cabeza si le dicen que se puede adivinar cómo es una persona sólo viendo como escribe, y de hecho, tal y como afirma el Observatorio de la Comunicación científica en su página web "resulta difícil etiquetar como científico cualquier método de determinación objetiva de la personalidad".

Eso sí, no hay que caer en el error de relacionar la grafología con la caligrafía forense, dos cosas totalmente distintas.