La llegada de los coches eléctricos parece un tsunami imparable que cobra fuerza por semanas. Ahora la Cámara Baja del Parlamento de los Países Bajos ha aprobado una propuesta para prohibir el uso de todos los coches no eléctricos para 2025.

Propuesta por el Partido Laborista, si la propuesta sigue adelante significará un hito a nivel mundial. Se trata de la primera iniciativa legal concreta para sustituir los coches más contaminantes por otros totalmente eléctricos. La medida alcanza incluso a vehículos híbridos.

Aunque ha salido adelante con mayoría de votos a favor, la proposición no ha caído bien en todos los partidos. El Partido Popular, de carácter liberal, se opone abiertamente a la propuesta, ya que según ellos en 2025 “sólo el 15% de los vehículos vendidos en los Países bajos será eléctrico”, lo que la convierte en “irreal”.

Queda mucho por recorrer para que sea prohibida la circulación de coches no eléctricos. De aquí a 2025 habrá idas y venidas en el gobierno neerlandés, con partidos de distinto signo defendiendo intereses contrapuestos.

Al fin y al cabo se trata de política. Sin embargo, ya es bastante que el debate sobre la implantación a gran escala del coche eléctrico haya sido sacado a la palestra.

Tras la Cumbre de París, parece que algunos sectores políticos se están tomando muy seriamente lo de reducir la emisión de gases de efecto invernadero. Promover la movilidad sostenible es un buen primer paso para lograr frenar el calentamiento global y sus efectos, y ahí Holanda se ha situado a la delantera.

El coche eléctrico provocará la próxima crisis del petróleo

Pero existe un inconveniente bastante importante: elcoche eléctricoes tan sostenible como la energía que lo alimenta, y actualmente ésta sigue procediendo de combustibles fósiles.

El Partido Laborista no ha hecho más que prestar oído a la sociedad, cada vez más a favor de la economía verde y el coche eléctrico. Lo mismo hace Elon Musk, CEO de Tesla, pero con otros intereses. Hacer negocio con su nuevo modelo, el Tesla Model 3, es posible gracias al interés de los consumidores.

Bien harían políticos y grandes empresas en comenzar desde ya a adaptarse al cambio de paradigma en el transporte. La historia ha demostrado en muchas ocasiones que los que no se adaptan acaban siendo arrollados por ella.

[Fuente: Digital Trends]