Aunque no es una norma regulada por la Administración Federal de la Aviación, la mayoría de las aerolíneas tienen como regla que el piloto y el copiloto de un mismo vuelo, coman diferente comida. Seguro que intuyes la razón, pero hay una segunda norma que te sorprenderá...

El principal motivo para que el piloto y copiloto tomen diferentes platos durante la comida, es obvio: evitar una intoxicación alimentaria de las personas que pueden pilotar el avión. Si el pescado está en mal estado o hay un problema con el zumo u otro plato, comer la misma comida haría que piloto y copiloto se pusieran enfermos, ocasionando un grave problema digno de una película de Hollywood: "Perdonen las molestias, ¿hay algún pasajero que sepa pilotar un avión?"

 En 1982, 10 tripulantes de un vuelo comercial (incluido piloto, copiloto e ingeniero del avión) sufrieron una intoxicación alimentaria por un pudin de tapioca en mal estado en un vuelo que iba de Boston a Lisboa. Cuando empezaron a sentirse mal tuvieron que dar la vuelta y regresar a Boston a mitad de trayecto. Desde entonces la mayoría de las aerolíneas aplican la norma de que el piloto y el copiloto coman diferentes comidas.

Esto es lo que no deberías pedir nunca de comida en el avión

Un incidente similar ocurrió en 2010 de Reino Unido. Dos pilotos sufrieron una intoxicación alimentaria en pleno vuelo debido a algo que comieron antes de embarcar. En este caso la casualidad hizo que comieran en el mismo lugar.

Al tomar diferentes comidas se minimiza el riesgo de sufrir una intoxicación alimentaria, pero existe otra razón que, posiblemente, te sorprenderá.

Algunas aerolíneas tienen una norma que da derecho a cierto tipo de comida, en función de la antigüedad. Así, el piloto recibe los platos de comida de la primera clase, mientras que el copiloto recibe la comida de la clase Business.

Como gesto de cortesía, es habitual que el piloto deje elegir un plato para él al copiloto, de su menú de primera clase.

Una curiosa distinción y costumbre que no conocíamos, y que nos ha llamado la atención.