Con la resistencia ucraniana usando todas sus fuerzas para resistir la invasión rusa, parece bastante probable que, lo que se preveía para algunas semanas, se extienda varios meses.

El problema de todo esto, aparte de las innumerables bajas y la destrucción total del país, es que si Estados Unidos y sus aliados de la OTAN que actualmente evitan involucrarse militarmente, deciden hacerlo, este conflicto podría extenderse a otras naciones occidentales, provocando potencialmente una tercera guerra mundial.

Si se producen ataques accidentales o intencionados de Rusia en territorio de la OTAN, se activaría el artículo 5 del tratado de Washington (principio de defensa colectiva), lo que provocaría necesariamente una respuesta militar.

Ahora bien, si esto ocurriese, cómo quedaría repartidos los bandos? Y, por otro lado, ¿Qué repercusión podría tener esto para nuestro país?

Repartición de bandos

Destaquemos un aspecto fundamental, y es que, aunque se hable de guerra mundial, no todos los países participarían. La mayoría de los países sudamericanos, africanos y oceánicos y un buen número de países asiáticos no lucharían entre sí. 

Ahora bien, hablaríamos de dos bandos: el que apoya a Estados Unidos y, por otro lado, el que dirigiría Rusia junto con China. Teniendo esto en cuenta:

A favor de EE.UU: Unión Europea (con Francia, Reino Unido, Alemania e Italia como las cuatro grandes potencias), Israel (reciben la mayor parte de sus armas de EE.UU), Canadá, Taiwán, Japón, Corea del Sur y Arabia Saudí.

A favor de Rusia y China: Irán y Corea del Norte.

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¿Qué pasaría en España si hubiera una tercera guerra mundial en 2022?

¿Y nosotros? Sabemos el bando en el que nos posicionaríamos, pero, ¿cómo puede llegar a influir esto en España?

Retomemos lo que ha ocurrido en la I y II Guerra Mundial para tener referencia sobre lo que ocurriría en el caso de haber una III.

Durante la I Guerra Mundial (1914-1918), varias naciones europeas se declararon neutrales, como ocurrió con España. La decisión de esta de adherirse a una política de neutralidad requirió una seria toma de responsabilidades, ya que tuvo que sopesar las consecuencias y las ventajas de la no intervención.

Sin embargo, la debilidad militar y económica que atravesábamos por aquella época, nos empujaron a  esta posición. Aún así, la situación de nuestro país fue muy precaria durante la guerra, además de l humillación diplomática por la que pasamos.

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Por otro lado, durante la II Guerra Mundial (1939-1945), el Estado español de Francisco Franco también decidió no unirse a las Potencias del Eje, aunque a Franco ganas no le faltaron y se envió ayuda a Alemania. Es por esto que se considera que fuimos no beligerantes (no involucrada en la guerra), en lugar de neutral (imparcial).

Después de una Guerra Civil tan dañina, España no estaba en condiciones de ponerse totalmente del lado de los Aliados o de las Potencias del Eje. 

Esta posición fue tomada también adrede para evitar romper lazos comerciales con Estados Unidos. Tras el fracaso poco a poco de Alemania, nos iríamos separando de estos, viendo que la guerra estaba a punto de acabar (y no como Franco hubiese querido).

Teniendo todo esto como contexto, parece bastante probable que la posición de España en caso de una nueva guerra sería de no beligerante. Por supuesto estaría posicionada a favor de Estados Unidos, pero consideramos que su aportación sería mínima.

Además, tengamos una cosa muy en cuenta. Parece que las nuevas guerras (aunque la invasión de Ucrania no lo está demostrando) van a centrarse en la tecnología. ¿Cómo? pues con el uso masivo de drones, la ciberguerra (guerras es la gran red de redes) y con la posibilidad de que el espacio tenga una gran participación (los satélites de comunicación).

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Sabiendo todo esto, parece poco probable que podamos actuar de forma activa en una futura guerra: no tenemos una gran cantidad de armamento tecnológico, somos más del estilo cuerpo a cuerpo en tierra; no contamos con una fuerza hackers que pueda tumbar sistemas y, por supuesto, no somos una potencia en cuanto a desarrollo espacial se refiere.

Muchos gobiernos grandes ya saben esto y poco a poco han ido preparándose para ello. Ya en la actual guerra de Ucrania estamos viendo ataques masivos DDoS a sus webs oficiales.

Sin embargo, parece que estamos a años luz de conseguir alguno de esos objetivos relacionados con los avances tecnológicos por lo que no quedará otra que apoyar desde la distancia y mostrarnos como no beligerantes. El impacto que podría tener una incursión activa podría ser demoledor para nuestra economía, infraestructuras y sociedad en general.