Una nueva prueba de ADN es capaz de determinar la vida útil de una persona para saber cuántos años puede vivir, incluso ayudarla a que su vida esté por encima de la media.

Investigadores de la Universidad de Edimburgo creen que, tras analizar el ADN de más de medio millón de personas, pueden otorgar a cualquier persona de cualquier edad un puntaje de vida que prediga su probabilidad de vivir más o menos que el promedio.

En un estudio publicado en la revista eLife, los investigadores han descrito cómo crearon su sistema de puntuación de vida útil. Primero analizaron los datos genéticos de más de 500.000 personas, después miraron a las edades en que murieron los padres de dichas personas, y a partir de esa comparación pudieron identificar 12 partes del genoma humano que parecen tener un impacto significativo en la vida útil.

Algunos de esos puntos ya habían tenido relación con enfermedades como el Alzheimer o enfermedades cardíacas, pero esta investigación ha identificado cinco regiones del genoma humano desconocidas. Al analizar las variaciones genéticas en esos 12 puntos del genoma humano, los científicos han podido desarrollar este sistema de puntuación de vida útil.

El objetivo de este estudio es identificar los genes específicos que afectan directamente a la velocidad del envejecimiento, pero no pudieron identificar la totalidad de estos genes con lo que todavía hay mucho camino que recorrer.

En todo caso la identificación de estas cinco regiones podría servir como punto de partida para futuras investigaciones antienvejecimiento. Lo que sí está demostrado es que los genes que afectan al cerebro y el corazón desempeñan el papel más importante en la variación de la vida útil de una persona.

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Con este servicio del puntaje de vida útil, una persona podría predecir bajo qué enfermedad y a qué edad podría fallecer, lo que le daría tiempo para mejorar su estilo de vida al respecto y cuidarse para superar esa edad crítica.