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El truco de 3 segundos para ser feliz, según un veterano de Google

Andrea Núñez-Torrón Stock

Truco para ser más feliz

La fórmula de la felicidad es ese incógnito perseguido por todos los seres humanos y no siempre encontrado, que depende de los valores y los objetivos de cada persona que la busque. Ahora, un ex-empleado de Google y gurú del mindfulness -que además de ingeniero y clave en la función de búsqueda móvil, brindó excelentes clases de atención plena a los equipos corporativos-, ha revelado en su reciente y exitosa obra Joy on Demand una sencilla clave que puede ayudarte a ser mucho más feliz.

Chade-Meng Tan reconoció que el mismo se sentía “constantemente miserable” y que gracias a un sencillo ejercicio mental, pudo experimentar pequeñas ráfagas de alegría que lo ayudaron a ser más feliz en tan solo unos pocos segundos.

Se trata de momentos que puedas sumar e incorporar a tu rutina, siendo estos de lo más diverso: beber agua o zumo fresquito cuando experimentes sed, la sensación de abrir la ventana y sentir el viento al atardecer o recibir un mensaje de un viejo amigo para tomar un café.

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El consejo de Tan es sencillo: “cuánta más alegría notas, más alegría eres capaz de experimentar. Una vez comienzas a familiarizar a tu mente con esta sensación de felicidad, siempre serás capaz de encontrar un momento alegre”. Aunque pueda sonar cursi o simple, esta idea está basada en la investigación neurológica sobre cómo formamos hábitos, ya que los comportamientos habituales están controlados por la región ganglionar basal del cerebro, que también desempeña un papel en el desarrollo de recuerdos y emociones. Cuanto más te habitúes a experimentar alegría, menor esfuerzo cognitivo te supondrá en las ocasiones sucesivas.

El ejercicio de Tan contiene los tres elementos de un hábito: el desencadenante, la rutina y la recompensa. El primero obedece a un impulso inconsciente, el segundo alude a la conducta que desarrollamos ante esa señal y el tercero es lo que obtenemos de ese comportamiento rutinario. En este caso, el desencadenante es el momento agradable, la rutina percatarse de ello y la recompensa, la sensación de alegría misma. 

Al respecto de esta capacidad, un estudio llevado a cabo por la Universidad de Loyola subraya que los adultos mayores de 55 años capaces de saborear más la vida son más felices independientemente de su nivel de salud. Por otro lado, otra investigación publicada en el Journal of Consumer Research en 2014 descubrió que las personas mayores son más propensas a definir quiénes son nombrando los momentos positivos cotidianos.

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