Los medios de transporte eléctricos cada vez son más numerosos. La deriva que está llevando el mundo de la automoción en contra de los motores de combustible se ha ido expandiendo y las empresas hacen cada día más vehículos que usan la electricidad para moverse.

Rolls-Royce, conocida por hacer coches de lujo, ha anunciado que su avión totalmente eléctrico, llamado Spirit of Innovation, es el más rápido que hay en el mundo. Ha alcanzado la velocidad máxima de 623 km/h.

Lo ha hecho recientemente, durante unas pruebas, en las que ha roto varios récords más. No solo es el avión eléctrico con mayor velocidad máxima, sino que también es el que tiene más aceleración. El Spirit of Innovation alcanzó una velocidad máxima de 555,9 km/h en 3 kilómetros de distancia.

También pudo elevarse a 9.842,5 pies de altura (3.000 metros) en 202 segundos. Esta proeza rompe el récord anterior por 60 segundos. Unido a su enorme velocidad, estamos ante el vehículo eléctrico más rápido del mundo.

El avión eléctrico de Rolls-Royce hizo su primer vuelo hace un mes y, desde entonces, no ha parado de sorprender en el mundo de la aeronáutica con sus capacidades. Su motor de propulsión eléctrica tiene una potencia de 400 kW, teniendo una de las baterías con mayor potencia que se haya ensamblado jamás en la industria.

Muchos jets privados en la COP26

Cuando apareció la imagen de la cantidad de aviones que se habían movilizado para la conferencia sobre clima y medio ambiente de Glasgow (conocida como la COP26), el público lo vio como un movimiento lleno de hipocresía.

Con un avión eléctrico tan capaz como el Spirit of Innovation, se demuestra que se pueden crear medios de transporte que contaminen muy poco en cualquier situación, sea tierra, mar o aire.

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“Siguiendo el enfoque del mundo en la necesidad de acción en la COP26, este es otro hito que (…) respalda nuestras ambiciones de ofrecer los avances tecnológicos que la sociedad necesita para descarbonizar el transporte por aire, tierra y mar”, dijo Warren East, director ejecutivo de la compañía.

Que los aviones eléctricos sean una posibilidad real y eficaz podría permitir al mundo proteger más el medio ambiente. Los aviones tradicionales expulsan grandes cantidades de CO2 a la atmósfera y evitarlo sería un buen comienzo para ralentizar el cambio climático.