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Los galeones quieren volver a surcar los mares

Los galeones quieren volver a surcar los mares

Steve Kozloff

El galeón fue el principal barco de comercio y militar en el siglo XVI, inmortalizado en innumerables películas de piratas. ¿Volverán a navegar algún día?

Gracias a su enorme capacidad de carga y su resistencia a la furia del mar (y de los cañones), los galeones se convirtieron en los reyes de los mares en los siglos XVI y XVII. Pero la llegada de los barcos a motor, los desterró para siempre. El diseñador Steve Kozloff quiere volver a recuperar los galeones, en formato yate de lujo.

Galleon es solo un prototipo, pero ha sido desarrollado con todos los documentos técnicos necesarios para comenzar su construcción cuando un cliente lo solicite... si puede pagarlo.

Estamos hablando de un megayate de lujo de 160 metros de largo, ocho cubiertas y casi 22.000 toneladas. Aunque su diseño modular permite instalar más o menos cubiertas. Se puede convertir en un yate privado, un barco hotel con 20 residencias privadas, o un crucero para 200 pasajeros.

Los galeones quieren volver a surcar los mares

Steve Kozloff

Fundamentalmente es un barco de vela, gracias a los cuatro enormes mástiles que cubren toda la cubierta principal. Pero posee también cinco motores diésel / eléctricos modelo CUMMINS QSK60-M que proporcionan una velocidad máxima de 18 nudos, y una velocidad de crucero de 10 nudos.

Hay otros muchos datos espectaculares: es lo que tienen los prototipos. Por ejemplo, la cubierta tiene una piscina interior y otra exterior (ambas se pueden cubrir si hay mucho oleaje), y en el enorme hangar hay sitio para 10 helicópteros, un eVTOL de despegue vertical, 4 semisubmarinos, y 12 botes salvavidas.

Este galeón también está pensado para los amantes del deporte. En sus cubiertas se puede encontrar una pista de baloncesto y otra de tenis a tamaño reglamentario, así como varios frontones para jugar a la pelota de mano.

Los galeones quieren volver a surcar los mares

Steve Kozloff

Y por supuesto, no faltan las instalaciones propias de un crucero de lujo: café, restaurante, un bar, teatro, discoteca, etc.

No sabemos si alguna compañía naviera o algún multimillonario querrá comprarle el concepto a Steve Kozloff. Y tampoco conocemos su precio. Pero nos gustaría ver a este Galeón surcar los mares como hicieron sus antepasados hace ya cuatro siglos...

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Etiquetas: Viajes