El año pasado Amazon anunció el final de la producción de su e-reader, el Kindle DX. Lanzado en el 2009, fue un producto que no tuvo mucha acogida a pesar de sus características -pantalla de 9.7 pulgadas, batería de larga duración y posibilidad de acceder a la librería de Amazon- debido a la competencia que sufrió a manos de otros productos más livianos y cómodos de llevar como el Kindle básico, el Kindle Fire y el iPad.

Ahora, parece ser que lo bueno volvería dos veces, pero con una restricción. Si bien se mantienen los rasgos antiguos del producto, el precio del e-reader ha aumentado, y se comercializa por 300 dólares, una cifra bastante más alta que la que se debe pagar por otros e-readers que ofrecen muchas más posibilidades como el Kindle Fire y el Kindle Paperwhite. Incluso, si se ofrece algo más de dinero, el comprador podría llevarse a casa un iPad Mini que le da más por hacer. 

Los representantes de Amazon dicen estar entusiasmados por el regreso de un e-reader propio al mercado. Falta ver si el regreso significa más de lo mismo o algo completamente diferente.