Hace una semana un juez de New Hampshire ordenó a Amazon entregar las grabaciones de uno de sus altavoces inteligentes Amazon Echo. El dispositivo se había encontrado en la escena de un doble homicidio y podría ser clave para descubrir lo que ocurrió en aquella habitación. 

Esta historia real podría ser la base para una novela o película de suspense y puede que en un futuro cercano lo acabe siendo porque estos aparatos que poco a poco se están haciendo un hueco en nuestras vidas ya han sido testigos en más de una ocasión de una investigación criminal. 

El pasado mes de enero la policía de la localidad de Farmington encontró los cuerpos de dos mujeres asesinadas en el patio trasero del novio de una de ellas, el cual había llamado al 911 para informar de la desaparición de su novia. El detenido sin embargo es otro hombre, Timothy Verril. 

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Una grabación de seguridad de la casa muestra como Verril acompaña a Christine Sullivan y Jenna Pellegrini, las víctimas, hasta la casa de Dean Smoronk, el novio de una de ellas. Horas después otra cámara grababa al sospechoso comprando artículos de limpieza en una tienda y regresando de nuevo a la casa. Las pruebas conseguidas por la investigación sugieren que una de las mujeres fue asesinada en la cocina de la casa donde se ha encontrado el Amazon Echo, lo que ha llevado a la policía de pensar que las grabaciones de audio que realizan estos dispositivos pueden ser útiles para la resolución del caso. 

La compañía de Jeff Bezos de momento se resiste a entregar las grabaciones de este dispositivo a la espera de una orden judicial. No es la primera vez que un juez tiene que solicitar las grabaciones de uno de estos altavoces inteligentes. En 2016 el propio propietario del dispositivo y acusado del asesinato fue quien dio permiso a Amazon para revelar las grabaciones que se consideran como información personal del usuario y deben ser protegidas por la compañía. 

La teoría que rige esta tecnología sostiene que los altavoces inteligentes con asistentes como Alexa solo comienzan a grabar cuando detectan las palabras clave, "Alexa", "Echo" "Amazon" u "ordenador", pero varios casos han obligado la compañía a reconocer que mientras esté el micrófono activado y en escucha ciertas palabras o sonidos pueden confundirse con estos comandos y activar la grabación del dispositivo. Esto hace igual de posible que el Amazon Echo testigo del doble crimen grabara o no el momento de los asesinatos. 

Para muchos esto puede suponer una muestra de como las compañías irrumpen en la privacidad de las casas con estos asistentes virtuales pero en otros casos pueden ser una ayuda para las víctimas. En la localidad de Albuquerque, un dispositivo Echo llamó a la policía al escuchar al agresor gritarle a su novia la pregunta "¿Llamaste al Sherrif?" mientras le pegaba una paliza. No se ha conseguido averiguar que detalle despertó al aparato. 

Casos así empiezan a ser muy habituales y no solo con e asistente de Amazon, Siri de Apple e incluso los datos registrados por una pulsera de actividad de Fitbit son claves para resolver crímenes, aunque las compañía se resisten a aportar la información para preservar las normas de privacidad de sus clientes y piden leyes más claras sobre los procedimientos legales que se deben seguir.

El juicio que condene o no como asesino a Timothy Verril se celebrará en mayo de 2019, habrá que esperar a ver si el testigo principal, el Amazon Echo, puede esclarecer lo que ocurrió en aquella habitación.