Ahora que tenemos claro que todo el mundo nos espía con total impunidad, sin que los gobiernos ni las supuestas entidades que velan por nuestra privacidad hagan absolutamente nada, comienzan a aparecer diferentes soluciones para frenar este rastreo masivo de nuestros hábitos. La compañía de telecomunicaciones británica Brass Horn Communications ha creado una tarjeta SIM que usa Tor para evitar que rastreen nuestro acceso a Internet a través del móvil.

Aunque todo el mundo puede usarTor para proteger su identidad cuando utiliza una red WiFi, con esta tarjeta SIM con Tor se podrá navegar de forma anónima a través de una conexión 3G utilizando las antenas de telefonía o los satélites.

Tor es una red de anonimización que evita el rastreo de nuestra dirección IP. La conexión pasa por cientos de ordenadores anónimos y voluntarios que ocultan nuestros datos, haciendo imposible asociarlos a nuestra dirección IP. Puedes saber más sobre Tor en este vídeo:

La tarjeta SIM con Tor se llama Brass Horn Onion3G, y por ahora solo funciona con datos a través de conexión 3G. No acepta llamadas ni 4G. Pero podremos usarla en un móvil con Dual SIM, y dejar la SIM estándar solo para llamadas, y la Onion3G para los datos.

No requiere ningún tipo de configuración, pues todos los mecanismos para introducir la conexión 3G en Tor, están en la propia tarjeta. Lo único que tendremos que hacer es crear un punto de acceso en el dispositivo para acceder a Tor a través de él.

Ni siquiera Brass Horn Communications puede espiar lo que hacemos con su tarjeta SIM con Tor, ya que se crea un túnel entre el móvil y Tor, y nadie puede ver lo que circula por ahí.

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Brass Horns Communications asegura que ya está probando su tarjeta SIM con Tor en fase beta. De momento solo funciona con las redes de telefonía de Reino Unido, pero será compatible con las de cualquier pais cuando se ponga a la venta, en 2019.

Usar la tarjeta SIM Brass Horn Onion3G costará 2 libras al mes, y cada MB que usemos, 10 peniques de libra. En otras palabras, una libra por cada 10 MB. No es barato pero, ¿qué precio estamos dispuestos a pagar por nuestra privacidad?