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Nuestro próximo ordenador de sobremesa podría ser cuántico

Nuestro próximo ordenador de sobremesa podría ser cuántico

La idea imposible de que la computación cuántica llegase a los hogares está cada vez más cerca gracias a un equipo de australianos que ha conseguido eliminar la barrera de la criorefrigeración.

Habrá un día en el que alcancemos la supremacía cuántica, la cual nos traerá soluciones ahora imposibles a problemas vitales. Energía, salud, comunicaciones... las ventajas de la computación cuántica son inabarcables (y hay un cristal que tiene la llave de todo).

Por eso las compañías más potentes del mundo tecnológico no dejan de trabajar en ella, cada una con diferente aproximación. Tanto Intel, como IBM, Google o AMD con su teletransportador, entre otras, están metidas de lleno en la carrera.

Pero hay vida más allá de estos gigantes, y ejemplo de ello es la empresa Quantum Brilliance, una empresa australiana y alemana que está desarrollando potentes aceleradores cuánticos del tamaño de una tarjeta gráfica.

El teletransporte hará más eficiente los procesadores cuánticos AMD

Lo más revolucionario es que funcionan a temperatura ambiente, superando así a los enormes superordenadores cuánticos criogenizados actuales, los cuales precisan de un mantenimiento totalmente prohibitivo.

Además, en su optimización de procesos, los ingenieros responsables de esta solución cuántica económica creen que pronto podrán hacerlos lo suficientemente pequeños como para que entren en dispositivos móviles.

Si esta empresa consigue hacer lo que dice que puede hacer, se podrán integrar las ventajas de la cuántica en ordenadores de casi cualquier tamaño, liberando a esta nueva y potente tecnología de las limitaciones del tamaño y el gasto de los superordenadores.

Tamaños de los computadores cuánticos y su futuro

El software y los cálculos cuánticos no tendrán que realizarse a través de una conexión rápida a un mainframe o a la nube, sino que se harán donde se necesiten y en el propio ordenador del usuario. Algo bastante disruptivo.

Este campo en sí no es nuevo, de hecho, los cúbits cuánticos a temperatura ambiente existen experimentalmente desde hace más de 20 años. Pero la novedad que trae Quantum Brilliance a este campo consiste en averiguar cómo fabricar estos diminutos objetos de forma precisa y reproducible.

Además de como miniaturizar e integrar las estructuras de control necesarias para introducir y extraer información de los cúbits, las dos áreas clave que han impedido que estos dispositivos se amplíen más allá hasta la fecha.

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Etiquetas: Ordenadores