Un influencer es un prescritor de un determinado tema. Son personas que se han hecho populares entre los usuarios debido a sus canales de YouTube, blogs o redes sociales como Instagram y, a través de ellos, son capaces de hacer que la información que publican se comparta rápidamente.

Los influencers no son tus amigos ni los conoces en persona. Sin embargo, te identificas con sus publicaciones ya que comparten su particular visión de lo que les apasiona, ya sea la moda, el deporte, los videojuegos, la música, o cualquier otro tema. Es decir, algo así como un líder de opinión.

Por esa razón son especialmente interesantes para las marcas, ya que son capaces de influir en la población a través de un vídeo, una foto o un post.

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Y es que, hoy en día, lo normal es que googleemos algo para saber la opinión sobre un producto que necesitamos. De hecho, en nuestra decisión de compra tienen mucho más peso las opiniones y otros comentarios de internet que la información encontrada en la web oficial de la empresa en cuestión.

Por esta razón, los influencers son tan necesarios para las marcas. Y es que ellos, como líderes de opinión, tendrán mucho peso en tu decisión final. Por eso las organizaciones no sólo están dispuestas a invitarles a viajes o presentaciones, sino también a pagarles por publicar sus productos.

Sin embargo, esto puede volverse en su contra. Y es que, en muchas ocasiones, el influencer que contratan no está relacionado con la temática del producto que quieren promocionar o el público al que se dirige no es el mismo que el de la firma.

Entre los influencers más famosos de España tenemos a Dulceida o El Rubius, mientras que a nivel interenacional podemos encontrara PewDiePie o Chiara Ferragni.