La Unión Europea está estudiando la forma de regular las monedas digitales, especialmente para acabar con el blanqueo de dinero, y para ello elaboró en 2020 un proyecto de marco denominado Mercados de Criptoactivos (MiCA). 

Durante el desarrollo de esta normativa, se propuso una enmienda que, dependiendo de su interpretación, podría haber hecho ilegal que las aplicaciones y los servicios web gestionaran transacciones con monedas de prueba de trabajo, como Bitcoin y Ethereum.

Los algoritmos proof-of-work, en los que las partes de una red realizan con éxito un trabajo costoso para acceder a los recursos de esta, son la base de estas criptomonedas, de cómo se minan y de cómo se confirman las transacciones en la red.

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Estos algoritmos han sido criticados por ser intensivos en computación y consumir grandes cantidades de energía, lo que ha llevado a algunos legisladores a proponer restricciones. El Pacto Verde Europeo lucha contra aspectos como este.

Pues bien, esta enmienda en un principio habría prohibido, para 2025, la creación y el comercio de criptodivisas dentro de la Unión Europea si utilizaban "mecanismos de consenso insostenibles para el medio ambiente".

Sin embargo, al ser inviable debido a que hubiese sido desastroso para Bitcoin y Ethereum, la Comisión de Asuntos Económicos y Monetarios del Parlamento Europeo votó 31 a 4, con 23 abstenciones, para adoptar el texto de la MiCA sin la controvertida enmienda.

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 "Es como intentar prohibir Internet porque ocupa el 70% del ancho de banda de las líneas telefónicas", afirmó Ian Taylor, director ejecutivo de CryptoUK.

Con esto, se busca volver al proceso de regulación y allanar el camino para un conjunto de normas sobre criptomonedas favorable en todo el mundo. Veremos finalmente en qué queda.

"La normativa que se está creando es pionera en términos de innovación, protección del consumidor, seguridad jurídica y establecimiento de estructuras de supervisión fiables en el ámbito de las criptodivisas. Muchos países de todo el mundo se fijarán ahora en la MiCA", dijo en un comunicado Stefan Berger, miembro del Grupo del Partido Popular Europeo de centro-derecha.