Cómo limpiar tu PC de sobremesa paso a paso
Luis Valdemoro
¿Por qué hay que limpiarlo?
Si hace ya un tiempo que te compraste tu ordenador sobremesa y no le has dedicado un poco de atención a su interior, podrás notar que las temperaturas han subido desde la primera vez que lo iniciaste.
Al utilizar sistemas de disipación activos, estos requieren de una corriente de aire que la impulse a través de los disipadores incluidos para el procesador y la tarjeta gráfica dedicada en caso de tenerla.
Este flujo de aire junto al hecho de que los ordenadores por regla general suelen estar en el suelo, o cerca de él, atrae de forma considerable toda la suciedad a su alrededor. ¿Te imaginas la cantidad de polvo que puede acumular una habitación de tu casa en 1 año? Pues es algo parecido a lo que puedes encontrar cuando abres un pc después ese tiempo.
Los ventiladores que están incluidos tienen un gran poder de succión, por lo que es prácticamente imposible evitar la entrada de polvo en el interior de la caja. Ni siquiera el contar con filtros antipolvo es suficiente, aunque estos si evitan en gran medida su acumulación en el interior.
Si tienes un reluciente pc gamer con una ventana donde puedes ver su interior, no resulta tan agradable mirar cuando todos los componentes están llenos de polvo.
Además, el problema no sólo es el aumento de las temperaturas, sino que la acumulación de polvo en los ventiladores puede provocar un desgaste prematuro de estos, por lo que tienes motivos suficientes para limpiar tu ordenador cada cierto tiempo.
Vamos a prepararnos
Ya nos hemos mentalizado de la tarea, ahora, ¿Qué vamos a utilizar para limpiar nuestro pc? No necesitamos ningún utensilio específico, aunque nuestra recomendación es utilizar una brocha fina y un aspirador. De esta manera es como conseguiréis los mejores resultados en cuando a rapidez y eficacia.
Es evidente que solo con esto no podéis dejar vuestro pc de una manera impecable, aunque si será lo suficientemente efectivo para que las temperaturas no se vean afectadas por el escaso polvo que nos dejaremos.
Si queremos rematarlo para un resultado perfecto, tendremos que recurrir a un paño ligeramente humedecido (puede ser agua o un producto de limpieza específico de electrónica). También podemos utilizar los pañuelos para limpiar pantallas.
También podemos utilizar estos paños desde el principio, pero el proceso será más largo y tedioso, pudiendo variar de unos 15-20 minutos que nos puede llevar la limpieza del pc con el aspirador y la brocha a más de una hora si somos muy detallistas.
Accediendo al interior
Ahora tenemos todo lo necesario vamos a proceder a acceder al interior del ordenador. Para ello lo primero que hay que hacer es desconectar la alimentación y todos los cables que tenemos en la parte trasera del equipo, con el fin de que podamos manejar el equipo con comodidad y sobre todo con seguridad.
En primer lugar debemos retirar el panel lateral izquierdo del chasis. En la gran mayoría de los casos presentará dos tornillos que podremos quitar con la mano si el chasis es relativamente nuevo. Tirando hacia detrás gracias a un asidero preparado para ello podréis retirar el panel.
Algunos modelos incluyen bisagras y su propio sistema de abertura, aunque esto solo sucederá en algunos modelos más avanzados, por lo que os daréis cuenta si lo que tenéis consta de este tipo de abertura. Mucho cuidado con los paneles laterales de cristal templado ya que estos vienen atornillados y en cuanto los liberéis el cristal caerá, por lo que es recomendable tumbar la caja antes de quitarlo.
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Con el lateral quitado, podremos ver el interior del chasis completamente, y aquí ya tendréis una idea más clara de todo lo que hay que limpiar en el pc. Pero antes de nada, también debemos quitar el panel frontal. El hecho de quitar primero los paneles laterales viene dado porque en ocasiones este está atornillado al chasis y los tornillos están en el interior. En muchos otros, basta con un buen tirón de la parte inferior para quitarla. De esta manera tenemos acceso a los ventiladores frontales y los filtros antipolvo en caso que los haya.
Manos a la obra
Una vez tenemos todo dispuesto, procederemos a limpiar el equipo. Dependiendo de cómo sea vuestro chasis, este os dará más o menos facilidades para que podáis limpiar el ordenador sin la necesidad de desmontar ningún elemento más del chasis.
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Uno de los elementos que más puede influir en este aspecto son los soportes para los discos de 3,5”, y la facilidad de acceso para los ventiladores frontales. Aunque antes de esto, hay que aclarar que los ventiladores acumulan la gran mayoría de la suciedad en la parte interior de cada pala que tiene, debido a que son estas las que ejercen la presión sobre el aire.
De esta forma, y si hablamos de los ventiladores frontales, para poder limpiarlos de una forma adecuada, debemos retirarlos, ya que puede que no podamos acceder a su parte trasera, que da al interior de la caja. Algunos modelos de chasis de pc permiten el acceso y la extracción de los ventiladores frontales sin necesidad de herramientas. Con los superiores sucede algo similar a lo que podemos encontrar con los ventiladores frontales, ya que su accesibilidad depende de la caja. En el caso del ventilador trasero dependemos de la rejilla que los protege, ya que si esta es muy tupida, no podremos utilizar la brocha para su limpieza, y tendremos que desmontarlos.
Si contamos con la ayuda de un aspirador, procedemos a limpiar los ventiladores del chasis con la brocha o un bote de aire comprimido, intentando que el polvo que levantemos sea absorbido y no se disperse por el resto del equipo. A continuación procederemos a limpiar los componentes clave de tu pc, que son a la postre los verdaderos causantes de la necesidad de ventilación.
El disipador del procesador
Es uno de los elementos más susceptibles de recibir suciedad, ya que el procesador necesita mucha refrigeración y el flujo de aire está dirigido a él y a la tarjeta gráfica principalmente. Además, como sabéis, la variedad de disipadores que tenemos en el mercado, hace que cada modelo pueda tener sus peculiaridades al limpiarlo, aunque en general la estrategia a seguir en todos los modelos es la misma.
Lo más importante es quitar el ventilador o ventiladores, ya que sólo de esta manera podremos quitar la suciedad del disipador de forma adecuada. Quitar este suele ser un proceso más sencillo que volverlo a colocar. En algunos casos tenemos un ventilador específico con un anclaje especialmente diseñado para el disipador, pero en muchos otros se recurren a unos alambres que se enganchan en los agujeros del ventilador para atornillarlo.
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Una vez retirado lo limpiamos en profundidad, aplicando la brocha en la cara interior como ya hemos comentado antes. Lo mismo haremos con el disipador, introduciendo nuestra brocha entre las láminas del mismo, y principalmente por la cara donde estaba el ventilador, ya que es la más accesible y la que más suciedad tendrá.
En principio no es necesario desmontar el disipador, salvo que este tenga una suciedad extrema o seamos muy meticulosos. Si tenemos el disipador de serie de Intel, hay que tener en cuenta que quitar el ventilador implica también retirar el disipador, por lo que nos veremos obligamos a cambiar la pasta térmica. Por eso, en caso de tener el disipador de serie, lo mejor es no desmontar nada.
La tarjeta gráfica
Es el único componente cuya extracción es prácticamente obligada, dado que retirarla es muy sencillo. Tan sólo debemos desconectar el monitor, los cables de alimentación en el caso en que los necesite y dependiendo del modelo, y los tornillos de sujeción (en algunos casos podemos tener incluso sistemas de anclaje sin herramientas).
Una vez liberada, podremos limpiarla con mayor facilidad. Dependiendo de si el disipador es de turbina o con ventiladores axiales, realizaremos la limpieza de un modo u otro. Los disipadores de turbina son algo más complicados de limpiar si estos tienen mucha suciedad acumulada. Lo normal es aplicar aire en sentido contrario, como sucede al limpiar los disipadores de los portátiles.
Las tarjetas gráficas con disipadores mejorados se limpiarán de igual forma que hemos visto con el disipador, aunque dado su escaso grosor, no será necesario desmontar los ventiladores. Lo que si tendremos que tener cuidado es para no realizar mucha fuerza a las aspas de los ventiladores, ya que estas son bastante más delicadas que las de los ventiladores tradicionales.
Cuidando los detalles
Ya hemos limpiado los elementos más susceptibles de acumular suciedad, pero para realizar una limpieza a fondo de nuestro pc debemos también tener en cuenta los otros elementos, que son mucho menos afectados, pero han de ser tenidos en cuenta.
En cualquier caso, aquí tiene la parte más sencilla, ya que todas las superficies restantes no cuentan con disipación activa, por lo que el polvo acumulado es por suspensión, a excepción de la fuente de alimentación.
Para limpiar esta última dependemos de donde esté situada y de si podemos acceder (aunque sea levemente) al ventilador. En algunos casos habrá que desmontarla, aunque esto no implica en la mayoría de los casos tener que quitar los cables.
En el resto del chasis, discos o bahías de 5,25”, una limpieza superficial será suficiente para dejar estas zonas lo suficientemente limpias.
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