Lo que El caso Alcàsser de Netflix deja como recado para la prensa amarilla
Ya se ha estrenado en Netflix El caso Alcàsser, y no ha dejado indiferente a nadie. Netflix domina el género del documental, los crímenes y las docuseries, y podríamos estar hablando de un documental que podría ser el ''Chernobyl de Netflix''.
El tono de Chernobyl y El caso Alcàsser es totalmente diferente. Una es una serie pura y dura que está muy bien documentada. La otra es un documental al uso con ese toque que Netflix sabe imprimir para que sea más atractivo de cara al espectador.
Cuando hablamos sobre que El Caso Alcàsser puede ser el Chernobyl de Netflix, nos referimos a lo que supone a la hora de ''reabrir'' heridas del pasado. Por ponernos en situación, el Caso Alcàsser comenzó el viernes 13 de noviembre de 1993. Tres jóvenes (Miriam, Desirée y Toñi) de la localidad valenciana desaparecieron sin dejar rastro cuando iban camino a una discoteca. Nunca llegaron, y varios meses después, descubrieron sus cuerpos violados y mutilados.
Fue algo que aterrorizó a un país el mismo año que se llevaban a cabo logros como la celebración de los Juegos Olímpicos o la Expo de Sevilla, y se trató de un caso que estuvo abierto durante un lustro. ¿La culpa? La prensa amarilla y cómo la televisión trató el suceso.
Y es que, se estima que El Caso Alcàsser fue el detonante de la telebasura, una manera de hacer cubrir sucesos que, por desgracia, nació en Alcàsser por parte de ciertas cadenas de televisión que explotaron el dolor de las familias y omitieron cualquier tipo de ética con tal de incrementar los niveles de audiencia.
Las cadenas trasladaron sus platós a la zona en la que se encontraron los cadáveres y hacían entrevistas en tiempo real para ver qué opinaban los vecinos de la zona sobre cada nuevo descubrimiento.
El problema de cómo se trató el Caso Alcàsser no fue solo porque, realmente, no había un interés sobre informar al país sobre el estado de la investigación, sino porque los periodistas jugaron a ser investigadores y, con entrevistas, explotaban el dolor de los familiares y amigos para conseguir la mencionada audiencia.
Programas como De tú a tú, Esta noche cruzamos el Mississippi y Quién sabe dónde, alcanzaron cuotas que no habían tenido hasta entonces, y ese trampolín es algo que se aprovechó por parte de una de las familias, que durante años, se beneficiaron del tirón mediático para salir en los medios utilizando el nombre de las tres menores, algo que generó tensiones entre las propias familias.
Precisamente, ese es el recado que El Caso Alcàsser de Netflix deja a la prensa amarilla. El documental de seis episodios de Elías León y Ramón Campos refleja, en su primer episodio, cómo se trató el acontecimiento por parte de los medios, y realmente nos hace pensar sobre la situación actual. Parece que nada ha cambiado, y casos como el de Diana Quer, Gabriel y Julen, son un ejemplo.
Y sí, esto implica a los ciudadanos anónimos que dieron voz a esos programas y que aseguraron haber visto a las niñas, sin ningún tipo de dudas. Incluso hablado con ellas, algo que también quiere reflejar este primer episodio del documental.
Las series de Netflix no son gratis para los culpables
El Caso Alcàsser de Netflix explora en los diferentes episodios cómo se llevó la investigación, además de lo que implicó a nivel social, pero el primer episodio es una declaración de intenciones.
Hay escenas de las entrevistas que se hicieron en los programas, como cuando en ''De tú a tú'' preguntan ''¿Has pensado que podrías estar con ellas de no haber estado enferma?'' a Esther, amiga de las víctimas, que quieren hacernos reflexionar sobre el modo en el que los medios trataron el caso. Y todo eso está en el primer capítulo.
Fue un bochorno que explica que algunos de los implicados no hayan querido participar en el documental de Netflix de El Caso Alcàsser, y es que, estamos viendo que los temas que trata Netflix no son ''gratuitos para los implicados''.
Cuando prepararon la serie sobre Bundy, la sociedad se preguntó, de nuevo, sobre el asesino en serie, y con Así nos ven, la serie más vista de la historia de Netflix, se ha conseguido que las responsables de las falsas acusaciones pierdan su actual empleo y contratos editoriales.
No sabemos aún qué repercusión tendrá en España el documental de El Caso Alcàsser, pero lo cierto es que es un recado a la prensa amarilla y como se han tratado todas las desapariciones polémicas desde entonces, creando ''series'' de entretenimiento ''en directo'' en programas de televisión.
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