La mayoría de los problemas de cobertura Wi-Fi se deben, sencillamente, a que el router que utilizas no da la talla en términos de potencia de emisión.

El router es el dispositivo que se encarga de gestionar el uso del ancho de banda proporcionado por la fibra óptica, para convertirlo en una señal inalámbrica. Así, podrás conectarte a tu red Wi-Fi desde un ordenador, móvil, tableta o cualquier otro dispositivo con conectividad inalámbrica.

Aunque losrouters actuales han mejorado mucho sus características gracias a los nuevos estándares, lamentablemente los que instalan las compañías de Internet no son siempre los más actuales ni los que ofrecen mejores prestaciones.

10 trucos para mejorar la cobertura de tu red Wi-Fi:

1. Coloca el router en el sitio adecuado
2. Evita entornos saturados de señales
3. Ajusta la orientación de las antenas
4. Ahuyenta a vecinos ladrones de Wi-Fi
5. No olvides actualizar el firmware
6. Vigila el número de dispositivos conectados
7. Elige la mejor banda para conectarte
8. Retrasa las tareas que consumen más Wi-Fi
9. Repetidores de Wi-Fi y adaptadores de red PLC
10. Red Wi-Fi MESH para llegar a todos los rincones

En ese caso, deberías plantearte cambiar tu router por uno nuevo que incluya las últimas tecnologías inalámbricas. Así lograrás que la señal Wi-Fi llegue con más fuerza a todas las estancias de tu casa reduciendo así las zonas de baja cobertura.

Coloca el router en el sitio adecuado

Imagina la cobertura inalámbrica como un paraguas extendido alrededor de un punto central. Las partes de la casa que estén más cerca del router tendrán mejor Wi-Fi, mientras que las que estén más alejadas tendrán peor cobertura, sobre todo si la señal tiene que atravesar suelos y paredes.

Por lo tanto, colocar el router uno de los extremos de tu casa o donde haya una toma de red no siempre es la mejor idea. Lo más recomendable es situarlo lo más cercano al centro de la casa o lo más cerca posible de donde vayas a utilizar el ordenador o tus dispositivos móviles.

Hemos comentado que la señal WiFi debe imaginarse como un paraguas. Esto nos lleva a un factor que no siempre se tiene en cuenta: la altura a la que se instala el router, que habitualmente se esconde al fondo de algún hueco. Gran error.

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Es aconsejable que el router se encuentre situado a una altura media, ni demasiado alto ni demasiado bajo. De ese modo se facilita la expansión en forma de paraguas de la señal WiFi para así facilitar la difusión de la señal.

Evita entornos saturados de señales

Las conexiones Wi-Fi utilizan señales de radio, al igual que lo hacen los teléfonos móviles, el televisor y otros muchos aparatos tecnológicos. Esto significa que la cobertura inalámbrica puede verse afectada por otras ondas electromagnéticas generadas por el resto de dispositivos electrónicos y eléctricos que tengas en tu casa reduciendo su eficiencia.

Para evitar problemas, lo mejor es colocar tu router lejos de electrodomésticos como microondas, teléfonos inalámbricos, intercomunicadores de bebé, etc. Las superficies metálicas, los acuarios y los espejos también pueden causar dificultades.

Otra fuente de interferencias son las redes Wi-Fi de tus vecinos, aunque los routers equipados con los nuevos estándares inalámbricos como el Wi-Fi 6 están especialmente diseñados para evitarlas.

Aunque no puedas acceder o intercambiar informaciones con esas redes vecinas, con la saturación de los canales de emisión se ralentiza la velocidad de transmisión. Es como una carretera llena de coches. No puedes entrar en los coches que te rodean, pero sufres el atasco de tráfico provocado por el uso de una misma carretera.

Ajusta la orientación de las antenas

Los routers más antiguos incluyen una o dos antenas en su parte posterior, que a menudo se dejan abatidas para que ocupen menos espacio. Sin embargo, estas antenas no son decorativas: su función es ayudar a mejorar la difusión de la señal Wi-Fi para que pueda llegar a todas las habitaciones.

La posición más recomendada para colocar las antenas del router es en “L” formando un ángulo de 90º. Es decir, deberías colocar una de las antenas en posición vertical y otra en posición horizontal.

En cualquier caso, en muchos de los routers actuales, estas antenas vienen integradas en la propia carcasa del dispositivo, por lo que ya no deberás preocuparte por ello.

Ahuyenta a vecinos ladrones de Wi-Fi

Es posible que los problemas de cobertura e intensidad de la señal Wi-Fi en tu hogar u oficina se deban a que alguien se esté conectando sin permiso a tu red inalámbrica.

Esto es especialmente habitual en los routers más antiguos, que tienen menos medidas de seguridad y se pueden piratear mediante lo que se conoce como ataques con diccionario.

En este tipo de ataques se utiliza un listado de contraseñas que los fabricantes acostumbran a utilizar como predeterminadas para “adivinar” la contraseña establecida de fábrica.

Evitarlo es tan sencillo como cambiar la contraseña predeterminada en la red Wi-Fi de tu router por una más segura que solamente tú conozcas. Los routers más avanzados permiten hacerlo fácilmente accediendo a su firmware.

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Desde esta opción de configuración del router, también puedes ver qué dispositivos están conectados a tu red inalámbrica e, incluso, bloquear aquellos usuarios que estén navegando a tu costa sin pedir permiso.

No olvides actualizar el firmware

Los routers son dispositivos de hardware que operan con un software interno a modo de sistema operativo, denominado firmware. Este software ya viene instalado en el router, pero con el tiempo es posible que aparezcan nuevas actualizaciones para corregir problemas de rendimiento, aumentar la velocidad de navegación o mejorar la seguridad.

Es recomendable actualizar el router siempre que exista una nueva versión disponible, ya que las actualizaciones a menudo también corrigen problemas de cobertura.

En los routers más antiguos, el proceso de actualización del firmware puede resultar complicado; pero, con un router actual, será un proceso sencillo e incluso podrás configurar actualizaciones automáticas del firmware para que lo haga por sí mismo cuando haya una nueva actualización disponible.

Vigila el número de dispositivos conectados

Aunque todos tengan permiso, es posible que el número de dispositivos que están conectados a tu red inalámbrica sea excesivo. Sobre todo si tu router es antiguo y no utiliza un sistema de gestión de redes eficiente.

Piensa que los routers de hace años estaban pensados para conectarse con el ordenador y poco más; pero hoy tenemos teléfonos móviles, tabletas, videoconsolas, SmartTV y toda una colección de enchufes, bombillas y dispositivos inteligentes en el hogar.

En general, cuantos más dispositivos se encuentren conectados a una red inalámbrica, menor será la velocidad y el ancho de banda disponible para cada uno de ellos. Esto incluso puede llegar a saturar el router.

Los routers más modernos gestionan de manera eficiente las conexiones y el tráfico de la red asignando a cada dispositivo el ancho de banda adecuado en función del tráfico que necesite. No requiere el mismo ancho de banda un portátil gaming jugando online que una bombilla inteligente.

Elige la mejor banda para conectarte

Los estándares de Wi-Fi actuales operan en dos bandas de frecuencia distinta: 2,4 GHz y 5 GHz (no confundir con 5G que es para telefonía móvil).

La banda de 2,4 GHz es más lenta, pero tiene un mayor alcance; mientras que la banda de 5 GHz ofrece una mayor velocidad de conexión pero una menor cobertura. Si tienes un router antiguo, únicamente podrás acceder a la banda de 2,4 GHz, que es la más saturada y la que va más despacio.

Sin embargo, con un router de última generación, puedes usar también la banda de 5 GHz, que tiene menor saturación y ofrece una mayor velocidad de conexión, al tiempo que descongestionas tu red de 2,4 GHz.

Para utilizar la red de 5 GHz no solo necesitas un router que soporte las dos bandas de frecuencia, los dispositivos que quieras conectar también deben ser compatibles con la banda de 5 GHz.

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Retrasa las tareas que consumen más Wi-Fi

Si bien resulta invisible a los ojos, debes pensar en la señal Wi-Fi como si fuera una tubería que tiene una capacidad limitada. Si hay algún dispositivo o programa que esté ocupando una gran parte de esa capacidad (lo que en redes se denomina “ancho de banda”), el resto de los servicios esperarán su turno e irán más lentos.

Las actualizaciones de dispositivos, tareas de copia de seguridad y subidas o descargas de archivos son tareas que consumen mucho ancho de banda; al igual que ver películas o series en Internet o los juegos online.

Procura hacerlo por la noche o en las horas en que la red esté menos ocupada; o hazte con un router de nueva generación que permita priorizar el tráfico de red que deseas que vaya más rápido.

Repetidores de Wi-Fi y adaptadores de red PLC

Cuando se trata de viviendas u oficinas muy extensas, de varias plantas o con zonas de exterior como jardines o terrazas, es posible que ni el router más potente del mercado consiga hacer llegar la cobertura a todas partes.

En ese caso, es conveniente instalar un repetidor Wi-Fi que amplíe el alcance de la señal inalámbrica para que llegue adecuadamente a las zonas más alejadas.

Otra opción es usar un adaptador PLC (Power Line Communication o comunicaciones por línea eléctrica), que distribuye la señal de Internet a través de la instalación eléctrica de tu casa, para que llegue a cualquier habitación en la que haya un enchufe.

Luego, puedes conectarte a ese punto de acceso a Internet a través de Wi-Fi o de un cable LAN, para tener acceso a Internet de calidad, incluso en sótanos o garajes donde las redes Wi-Fi no acostumbran a llegar con la suficiente calidad.

Red Wi-Fi MESH para llegar a todos los rincones

A veces, una sola red inalámbrica no es suficiente para cubrir toda una vivienda u oficina. En esos casos, la solución puede consistir en crear una red Wi-Fi Mesh.

Se trata de una tecnología que permite combinar varios routers, repetidores y adaptadores PLC repartidos por distintas estancias de tu casa para así crear una sola red inalámbrica de malla que de servicio a cada rincón de tu casa.

Los dispositivos se comunicarán automáticamente entre sí para asegurar que la conexión Wi-Fi llega a todas las zonas con la calidad deseada. Además, podrás añadir nuevos dispositivos cuando quierasy te permite conectarte en cualquier parte de la red con el mismo nombre de usuario y contraseña. La tecnología Mesh solo está disponible en los routers de última generación.