Logo Computerhoy.com

El primer bioprocesador del mundo que funciona con neuronas vivas ya está online

Un bioprocesador formado por neuronas vivas, capaz de recordar y procesar datos. Consume un millón de veces menos que uno de silicio.

El primer bioprocesador del mundo online tiene 16 minicerebros conectados entre sí

FinalSpark

Foto del redactor Juan Antonio Pascual Estapé

Redactor Colaborador

Los bioprocesadores poseen la capacidad de solucionar el problema del insostenible consumo energético de la inteligencia artificial. La empresa suiza FinalSpark ha creado un bioprocesador formado por neuronas vivas. Las instituciones educativas y empresas autorizadas, pueden probarlo online.

Un bioprocesador es similar a un procesador informático, una CPU, pero está formado, en parte, por tejido vivo cerebral.

FinalSpark ha desarrollado un bioprocesador formado por 16 organoides cerebrales, es decir, 16 minicerebros que contienen neuronas vivas, conectados entre sí.  Tiene un ciclo de vida de 100 días.

Los bioprocesadores que no consumen energía

Según explica FinalSpark en el estudio sobre bioprocesadores que acaba de publicar, entrenar un modelo de lenguaje como GPT-3, consume 10 GWh. El equivalente al consumo eléctrico de una población de 6.000 personas durante un año. Y eso solo el entrenamiento, el uso diario consume aún más.

Esta startup suiza está convencida de que los bioprocesadores son la solución al enorme gasto energético de la inteligencia artificial, ya que consumen un millón de veces menos que un procesador de silicio.

El biprocesador de Final Spark está formado por cuatro matrices multielectrodo (MEA) que albergan el tejido vivo, los llamados organoides. Se compone de masas celulares tridimensionales que contiene neuronas vivas. Puedes verlo aquí:

El primer bioprocesador del mundo online tiene 16 minicerebros conectados entre sí

FinalSpark

Cada MEA alberga cuatro organoides, interconectados por ocho electrodos, lo que hace un total de 16 minicerebros conectados en paralelo.

Los datos utilizan convertidores analógicos digitales con una frecuencia de muestreo de 30 kHz y una resolución de 16 bits. La información binaria se convierte en estímulos eléctricos que afectan a las neuronas, y las respuestas eléctricas que estas neuronas emiten, se convierten en datos.

Esta comunicación entre el tejido vivo y el hardware, a través de electrodos, es similar a la que usa la empresa Neuralink de Elon Musk, con su chip cerebral.

El primer chip se está desprendiendo del cerebro, pero Neuralink va a implantarlo en un segundo paciente

La diferencia entre ambos, es que el chip de Neuralink es un comunicador/ traductor de señales, no es un procesador. Y, por supuesto, no tiene ningún tejido vivo, es un chip normal y corriente.

FinalSpark asegura que su bioprocesador puede recordar y procesar información, aunque a un nivel básico. Pero es un primer paso hacia una CPU biológica capaz de procesar inteligencia artificial, con un gasto energético un millón de veces menor.

No estamos hablando de teoría, ya que por primera vez en la historia, este bioprocesador está disponible online. Las instituciones educativas puede usarlo para experimentar por un precio de 500 euros al mes por investigador. Las empresas tienen que pagar más, sin especificar.

Aún queda un largo camino por recorrer, pero los bioprocesadores pueden jugar un papel importante en la reducción del enorme gasto energético que va a necesitar la IA.

Conoce cómo trabajamos en Computerhoy.

Etiquetas: Viral, Curiosidades, biotecnología, Procesadores