En el mercado hay multitud de tipos de cervezas, algunas sin alcohol, con un pequeño grado de alcohol o con mucho, y de multitud de fabricantes y procedencias distintas.

Y el alcohol presente en la cerveza es marca indistinguible, un resultado de la fermentación que hacen las levaduras de los azúcares. Y cuanto mayor sea el contenido en cereal, mayor cantidad de azúcares habrá en la bebida y, por lo tanto, mayor será su contenido en alcohol.

Las cervezas normales o las clásicas suelen tener entre 4,5 y 5 % de alcohol, mientras que las cervezas artesanales se pueden ir por encima de 5 % del alcohol, o incluso mucho más...

De hecho, la Brewmeister Snake Venom es la cerveza con mayor contenido de alcohol del mundo, alcanzando nada menos que un 67,5 % ABV.

Si bien ninguna levadura del mundo puede alcanzar esos niveles de alcohol, lo cierto es que los fabricantes consiguen superarlo utilizando ciertas triquiñuelas como añadiendo alcohol tras la fermentación o usando mayor contenido de malta.

Y como dijimos, la Brewmeister Snake Venom con un 67,5 % de alcohol gana este particular ranking, una cerveza que tampoco hay que tomársela a la ligera.

Esto es lo que hizo el fabricante

El propio fabricante la ha creado utilizando malta de turba ahumada y hasta dos tipos de levadura en la producción para lograr ese alto volumen de alcohol.

También lograron alcanzarlo al congelar la infusión varias veces durante la fermentación, y más que una cerveza se podría decir que es un licor en altas proporciones, por lo que tampoco es tan accesible en el mercado.

En todo caso las cervezas artesanales están ganando bastante popularidad en estos últimos años, cervezas con un grado de alcohol superior al 5 %, pero que tampoco suelen pasar del 10 %, y que están pensadas para paladares más exigentes y que gusten de sabores más fuertes.