Vivo V23 5G, análisis y opinión

Eramos pocos y apareció Vivo. Aunque, realmente, Vivo lleva un tiempo en occidente, estos últimos meses han emprendido una aventura de expansión que se traducirá en que cada vez más móvilesde la compañía china lleguen a nuestro territorio de forma oficial.

En ComputerHoy ya hemos analizado varios móviles de Vivo. Algunos eran modelos chinos como el Vivo X30 Pro, pero a partir del año pasado y de su estrategia de expansión por Europa (que te cuentan nuestros compis de Business Insider), hemos empezado a probar lo que la compañía estaba proponiendo para nuestro territorio, como el V21 5G.

Ahora es el momento de ver qué tal ha salido la nueva propuesta de la compañía, un Vivo V23 5G que analizamos a continuación.

Apartados del análisis del Vivo V23 5G:

• Diseño: es uno de los Android más bonitos que hay en el mercado
• Pantalla: AMOLED a 90 Hz con un sensor de brillo bastante tacaño
• Rendimiento: el Dimensity 920 se lleva muy bien con Android 12
• Autonomía: pese a los 4.200 mAh, vas a llegar al final del día
• Cámaras: vocación 'selfie' que no descuida la fotografía con el principal trasero
• Conclusión: único en ciertos aspectos, pero con una competencia feroz

Es uno de los Android más bonitos que hay en el mercado

Esto es muy personal y totalmente subjetivo, pero creo que el Vivo V23 5G es de los móviles más bonitos que han pasado por nuestro laboratorio estos últimos meses.

El diseño está claramente inspirado por el del iPhone 13 Pro, pero mantiene esa identidad de móviles Vivo que hemos visto en el pasado, así que no es como si los móviles Vivo anteriores fueran una cosa totalmente distinta y aquí hubieran dicho "a copiar lo de Apple". Se mantiene cierta "línea" de diseño, por decirlo de alguna manera.

Los laterales son planos y de aluminio, tenemos unas esquinas redondeadas y creo que el agarre es cómodo. No es un móvil que me haya parecido resbaladizo pese a una trasera de cristal que es la que va a acaparar todas las miradas.

Para empezar, es un cristal que me recuerda mucho a los Oppo Reno 6, por ejemplo, ya que las huellas no se van a quedar marcadas. En ese sentido es bastante limpito y, además, el tacto es agradable, por lo que apetece llevarlo sin la funda que se incluye en la caja.

Y llama la atención porque nuestro color, el 'Sunshine Gold' realmente es como tener un arcoíris. Dependiendo de cómo incida la luz vamos a tener el tono original, pero también un naranja, un turquesa o un verde muy clarito.

Es un móvil extremadamente bonito y tiene una capa bajo el cristal de un material que cambia de color en función de si le da la luz solar o no. 

Es decir, aunque el color original es ese dorado anaranjado, si estás mucho rato en la calle con el móvil en la mano, seguramente cambiará de color a un turquesa.

Es algo que solo dura unos minutos, pero que ahí está. El módulo de cámaras tiene dos niveles (sobresale el propio módulo y también los aros de las lentes) y los laterales son planos.

No tenemos certificación IP, pero en la bandeja de la SIM tenemos cierta protección de goma y, además, el fabricante ha introducido una protección en la pantalla denominada Schott Xensation Up. Esta protección tiene ya un tiempo a sus espaldas y se ha centrado en el refuerzo del cristal exterior contra la rotura. 

Pantalla AMOLED a 90 Hz con un sensor de brillo bastante tacaño

Pero bueno, pasando a la pantalla hay dos cosas que llaman la atención. La primera es que tenemos un móvil de unos 500 euros que cuenta con unos marcos bastante cuidados, una barbilla que no es excesivamente gruesa y, además, laterales planos.

En este rango de precio no esperaba una pantalla curvada (que me gusta menos, pero esto es subjetivo), pero las barbillas suelen ser más anchotas. Lo otro que llama la atención es que tenemos notch.

Sí, estamos en 2022 y vemos un móvil Android con notch que, además, es bastante grande porque alberga dos cámaras. Es uno de los puntos fuertes de este terminal, la cámara frontal, y había dos modos de hacerlo.

O ponían un orificio ovalado como en el Huawei Mate 40 Pro... o colocaban un notch. Las cámaras bajo el panel son posibles, pero como hemos visto en terminales como el Axon 30, no es lo más recomendable para amantes de las autofotos.

Si hablamos del panel, tenemos un AMOLED con resolución FullHD+ de 6,44". Tiene un total de 2.400 x 1.080 píxeles que se traducen en 409 píxeles por pulgada y creo que la visualización es más que buena gracias a unos colores vivos que no son nada precisos, pero que para juegos, series y YouTube son bastante atractivos.

Digo que no me parece precisa la calibración porque es un panel que tira a un tono algo frío y sí, aunque hay opciones de calibración en el apartado de ajustes, no vas a lograr gran cosa. 

Vas a poder ver contenido FullHD por streaming sin problemas (los móviles del grupo BBK trabajan esto muy bien), la sensibilidad es buena y me gusta la sensación de los 90 Hz. Eso sí, aunque tenemos un modo automático, creo que lo recomendable es que actives los 90 Hz manualmente.

Y es que, en mis pruebas con un software chivato, los 90 Hz no siempre saltan cuando deben si tenemos el móvil en modo automático, así que considero que vale la pena tenerlo siempre activo, aunque si quieres 60 Hz para arañar unos minutos de batería, la experiencia también va a ser buena gracias a un software bastante optimizado.

Y el brillo me ha dejado algo frío. Por un lado tenemos un buen conteo de luxes con una media destacada para la gama en la que estamos, pero en el terreno real me he encontrado un brillo en exteriores que, a veces, no se activa al máximo.

Esto impide que leamos cosas con facilidad bajo un sol intenso y, además, el sensor de brillo con el regulador automático creo que es un poco tacaño. 

Si bien funciona de manera bastante rápida cuando pasamos de un interior a un exterior, o viceversa, siempre deja el brillo algo por debajo de lo que la situación lo requiere, por lo que tengo que ir a corregirlo.

La pantalla me ha gustado, pero el sonido me ha dejado algo frío. Para empezar, solo tenemos un altavoz, ubicado en la parte inferior, pero además el sonido que saca acusa una falta de calidad en los graves y, si bien te va a valer para música, vídeos o juegos, es un sonido algo enlatado. 

Creo que por esos 500 euros que cuesta deberíamos, al menos, tener un buen sonido, pero además creo que es obligatorio contar con dos altavoces viendo lo que "achuchan" los móviles de precio inferior que tienen un mejor sonido y, además, estéreo.

El Dimensity 920 se lleva muy bien con Android 12

Más allá de la nota amarga del sonido, esta semana he estado muy cómodo con el V23 gracias a una buena combinación de software y hardware.

Lo cierto es que tenemos una combinación de hardware que es poco habitual, ya que solo hay una opción con 12 GB de memoria RAM y 256 GB de almacenamiento. Agradezco mucho esos 256 GB, ya que no se van a poder ampliar mediante microSD, pero creo que los 12 GB pueden ser excesivos.

Me explico: cuanta más RAM, mejor, siempre, pero creo que lo ideal habría sido lanzar versiones de 6, 8 y 12 GB para tener un precio de salida algo inferior, ya que 12 GB es muchísimo para el tipo de tareas que vamos a hacer en este teléfono.

Pero bueno, tenemos el Dimensity 920, un SoC de 6 nanómetros que se desenvuelve genial en todo tipo de tareas y que nos va a permitir jugar a títulos exigentes como Genshin Impact, aunque sin ponerlos al máximo, claro.

Creo que MediaTek está haciendo bastante bien las cosas con estos Dimensity y en nuestro test de estrés para comprobar el estrangulamiento térmico, no tuvimos ni un calor excesivo ni una notable bajada de rendimiento.

Esto es algo que solo te debe preocupar si eres jugón, ya que para el resto de tareas el móvil se desenvuelve genial. Tenemos Android 12, algo que es importante porque siguen existiendo teléfonos que se lanzan con Android 11 en 2022, pero además tenemos la capa FuntouchOS 12.

El nombre es... peculiar, pero al final tenemos una capa que está a medio camino entre algo propio y ColorOS. Creo que es bonita, minimalista y no me gustan los iconos de la barra de herramientas, pero por lo demás es bastante personalizable.

La multitarea funciona bien (aunque no me deja cambiar rápido de app con el deslizamiento en la parte inferior) y, como digo, creo que la experiencia de usuario es óptima. 

Tenemos Discover, un modo noche que funciona de forma correcta, posibilidad de compartir archivos de forma rápida por NFC, pagos por NFC, un sensor de proximidad de verdad, conexión a Chromebook, todo el soporte de Google y, como comentaba antes, muchísima personalización, hasta en la animación del desbloqueo por huella.

Es un sensor óptico en pantalla que funciona de forma rápida, pero que podría estar en una mejor posición, en mi opinión. Está algo pegado a la barbilla y la posición óptima habría sido más centrada.

También hay algunas opciones que, creo, deberían estar indicadas de otra forma. Por ejemplo, tenemos modo always-on display, pero cuando accedemos al apartado solo vemos un interruptor para activar o desactivar el modo. 

Sin embargo, si pinchamos en el icono se nos abre un nuevo menú con opciones más detalladas tanto del modo de pantalla siempre encendida como opciones de personalización. Así hay algunos ajustes y creo que podría ser algo más intuitivo.

Pero bueno, la experiencia general es muy buena y eso se expande, sorprendentemente, a la autonomía.

Pese a los 4.200 mAh, vas a llegar al final del día

Cuando vi las especificaciones, me eché las manos a la cabeza. Está claro que en un grosor de 7,4 mm no entra una batería enorme, pero 4.200 mAh me generaban algunas dudas. Al final, con el uso diario, me he sentido muy cómodo.

En el test sintético con el brillo al 100% tuve 8 horas 54 minutos de pantalla, que no está mal, pero en el día a día es donde se ponen a prueba las baterías y con mi uso he tenido entre 5 horas 44 minutos y 6 horas 40 minutos de pantalla.

Creo que es una muy buena autonomía teniendo en cuenta la capacidad de la batería y, evidentemente, cuando he tenido menos horas de pantalla es cuando he metido juegos en la ecuación de uso diario. 

Si no es tu caso, creo que no tienes que preocuparte porque vas a llegar a la noche sin problemas.

Para cargarlo hay que recurrir al cargador de 44 W que tenemos en la caja. Creo que es una potencia correcta por el precio, ya que nos estamos moviendo entre 33 W y 65 W en la mayoría de dispositivos de este precio (si quitamos a Samsung de la ecuación), así que está justo en la media.

Cargamos un 50% en 20 minutos con un 100% en 60 minutos. Eso sí, no tenemos carga inalámbrica pese a que el terminal es de cristal.

Vocación 'selfie' que no descuida la fotografía con el principal trasero

Pese a algunos detalles, el Vivo 23 5G es un móvil bastante redondo, pero muchas veces cuando toca hablar de las cámaras te tenemos que decir que, claro, las compañías deben hacer sacrificios para bajar el precio.

Aquí estamos ante un móvil que cuesta 500 euros, por lo que esperamos cierto nivel, pero creemos que a Vivo le falta, al menos en esta gama, un puntito para destacar.

La app me parece intuitiva y no me gusta mucho al tipografía ni los colores escogidos, pero bueno, esto es algo completamente subjetivo. Funciona bien y es estable, que es lo que importa.

Y dicho esto, como el mayor esfuerzo está en el frontal, es de lo que hablaré primero. En el notch tenemos un sensor de 50 megapíxeles con autofocus y otro de 8 megapíxeles gran angular de 105º.

Podemos activar un flash delantero para encender dos LED con potencia suficiente para una situación de completa oscuridad o como luz de relleno y las fotografías, sin ser yo muy de selfis, me gustan mucho.

El principal se porta de forma más que correcta con buenos colores y nitidez, así como un desenfoque de fondo natural que es interesante y un modo retrato que cumple. 

Vamos a poder grabar vídeo a 4K30 con esta cámara frontal y es algo que, oye, está genial, ya que hay móviles que cuestan el doble y se han quedado en 1.080p en el frontal. El gran angular también está bien para una foto grupal o si quieres dar más contexto en tu selfi, pero la nitidez cae considerablemente.

Y si nos vamos a las cámaras traseras, tenemos una que vale la pena y dos que dejan mucho que desear por culpa tanto del sensor como del procesado. El principal es de 64 megapíxeles y más que por esa cantidad de megapíxeles, me gusta por las fotos que es capaz de obtener.

Creo que son vistosas y que tienen nitidez. Además, en interiores y de noche considero que se porta de forma más que notable, así que es un buen punto para Vivo. 

El procesado puede ser excesivo, dando como resultados colores muy saturados (sobre todo en verdes y azules), pero en general es un sensor principal con el que podrás inmortalizar lo que quieras.

La cosa cambia si nos vamos al macro (el típico de 2 megapíxeles que está para rellenar la hoja de especificaciones) y el gran angular. 

Este es el típico de 8 megapíxeles que, bueno, cumple porque no observo distorsión ni un exceso de aberración cromática, pero que de noche se desmorona y de día tiene un procesado muy agresivo.

Tanto para las fotos con el principal como para las del gran angular, el procesado añade nitidez artificial y en el principal se nota algo menos, pero en el gran angular produce resultados poco realistas.

Y en vídeo tenemos resolución 4K30 como máximo con autofoco, dos niveles de estabilización electrónica (bastante efectiva, pero con recorte de imagen considerable) y unos colores que, curiosamente, no me parecen excesivamente procesados. 

Único en ciertos aspectos, pero con una competencia feroz

Y al final tenemos un móvil que me parece muy interesante y una muestra de la estrategia que Vivo puede llevar de cara a la gama media.

Nos hemos acostumbrado a terminales de Xiaomi y realme que ofrecen características estelares a un precio muy, muy atractivo, pero cuando vamos a marcas como Oppo, Samsung o Motorola descubrimos una gama media más cara, pero con algunos detalles extra o apartados destacados.

Creo que ese es el grupo de compañías con las que Vivo se quiere codear y está claro que vas a encontrar mejores pantallas, chips más potentes y mejor sonido por menos precio gracias a móviles como el POCO F3 (que sigue siendo una locura en 2022), pero hay otros apartados en los que este realme consigue brillar.

Me gusta la cámara principal, también la selfi y el diseño me parece espectacular tanto por materiales como por la línea estética. 

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Además, tenemos un muy buen rendimiento y una autonomía suficiente pese a que la capacidad de la batería no invita al optimismo.

Hay cosas que mejorar como la calibración de la pantalla, algunos menús, las cámaras superfluas, el procesado de imagen y, sobre todo, la calidad de sonido, pero considero que este V23 es muy interesante si quieres un móvil de diseño que, además, cumpla sobradamente en el día a día.