El caballo de fuerza, o más propiamente, el caballo de potencia, es una medida que se usa desde hace más de 200 años, principalmente en motores de coche y turbinas. ¿Cuántos caballos de fuerza genera un caballo de verdad?

Cuando estudiamos las características de un coche, es habitual usar términos como "tiene un motor de 150 caballos" (aunque ahora con el coche eléctrico hay que utilizar una calculadora para convertir KW a CV para conocer la equivalencia). Es una medida de potencia, y lo lógico es asumir que eso significa que tiene la potencia de 150 caballos de carne y hueso... pero no es así. ¿Cuántos caballos de potencia puede generar un caballo?

El término caballo de potencia, también llamado caballo de fuerza, aunque no es una fuerza, es un término que inventó en 1782 el ingeniero James Watt, que inventó el motor de vapor de agua y en su honor se dió nombre al vatio.

James Watt necesitaba vender su máquina de vapor a los agricultores, y para ello debían entender lo que hacía, con sus propios términos. Así que Watt adoptó el concepto de caballo de fuerza, para que los agricultores pudiera comparar la potencia de un motor, que era algo desconocido por aquel entonces, con sus caballos de tiro.

Watt calculó la potencia que desarrollaba un caballo al tirar de una rueda de molino durante cuatro horas, unos 745,7 vatios tal como lo medimos ahora, y lo llamó caballo de fuerza. Aunque ahora se prefiere caballo de potencia, porque mide una potencia, no una fuerza.

Más técnicamente, hoy definimos un caballo de potencia como la potencia necesaria para levantar 249 Kilogramos a un pie de altura en un segundo. Como decimos, unos 745,7 vatios.

No hay que confundir con el caballo de vapor, que es ligeramente distinto, 735,5 vatios.

La verdadera potencia de un caballo

Para definir el caballo de potencia James Watt utilizó un caballo tirando de una rueda de molino durante 4 horas, porque era una trabajo común en aquella época. Pero no es la forma ideal de medir la potencia máxima que puede desarrollar un caballo.

En 1993, los científicos R. D. Stevenson & Richard J. Wassersug la midieron de forma más precisa, tal como explican en Nature, vía IFLScience.

Estimaron que la potencia mecánica máxima sostenible por kilogramo del músculo de un caballo es de 100 a 200 vatios. La masa muscular de un caballo es aproximadamente el 45% de su masa total, pero sólo utiliza el 30% de ésta mientras corre.

Si tomamos un caballo de 600 kilos, podría producir una potencia máxima  teórica de 18.000 vatios de potencia. Dado que un caballo de potencia equivale a unos 745 vatios, serían 24 caballos de potencia. 

Los propios científicos concluyeron que esto es una sobreestimación. Usando datos reales de tiro de caballos en ferias y concursos, estimaron que un caballo en forma podría bombear entre 12 y 14,9 caballos de fuerza.

Por tanto, un caballo de fuerza no equivale a la fuerza de un caballo. Este magnífico animal tiene una potencia entre 12 y 14 veces mayor. Eso son unas 10 veces menos que un coche, y unas 70 veces menos que un deportivo.