¿Utilizar Internet aumenta el bienestar? Esta es la sorprendente respuesta de la ciencia
¿Utilizar habitualmente Internet aumenta tu bienestar o puede ser perjudicial para él? Un nuevo y minucioso estudio ha intentado buscar una respuesta exhaustiva para responder a esta duda universal.
En la actualidad, sería bastante complicado encontrar a alguien que no sea más o menos un anciano que no utilice Internet en el ordenador o su teléfono móvil.
Ya sea para informarse, ver vídeos, publicar en redes sociales o lo que sea. Es una práctica cotidiana para la mayoría de la gente, pero eso no quiere decir que todavía se sepa qué impacto tiene, si tiene alguno, en el bienestar.
De vez en cuando surgen estudios que pretenden arrojar algo de luz en el tema, ya sea fijándose en cómo las redes sociales moldean a la juventud, o incluso si estas incrementan realmente el incremento de prácticas como pasar por el quirófano para tener un mejor aspecto. Sin embargo, responder rotundamente a la pregunta de cómo afecta al bienestar no es sencillo.
¿Cómo influye Internet en el bienestar?
El desconocimiento, al menos en un sentido rotundo, como puede suceder con el tabaco, de cómo afecta Internet en el bienestar de la gente no está claro por varias razones. La primera, porque se trata de una práctica relativamente nueva. Algo más de veinte años puede parecer mucho, y para ciertas cosas lo es, pero no puede considerarse demasiado tiempo para descifrar realmente costumbres complejas.
Por otro lado, está el exceso de información. Algo que, efectivamente, pasa un poco con todo. Hay tantos estudios, y se publican tantas cosas, que muchas veces unas informaciones y otras parecen contradecirse en grado sumo. ¿Quién tiene razón realmente? Un nuevo trabajo ha intentado responder de una vez por todas a la duda, dentro de ciertas limitaciones.
Lo firman expertos del Oxford Internet Institute, y sus conclusiones podrían tildarse de positivas. En su opinión, un 84,9% de la gente que utiliza Internet de forma habitual tiende a sentir más grado de satisfacción y bienestar que quienes no lo hacen. De hecho, solo un 5% suele provocar el efecto contrario, y casi siempre en mujeres jóvenes, que no superan los 30 años de edad.
Lo más llamativo de este trabajo, y lo que realmente lo distingue de otros similares, es lo minucioso que resulta. Los profesores encargados del mismo han estado recopilando información desde el año 2006 hasta 2021, en hombres y mujeres de todas las edades (desde los 15 a los 99) y a nivel global. Para su trabajo han contado con individuos de 168 países diferentes.
Las limitaciones de la ciencia
Con todo, los propios responsables del estudio han reconocido que este tiene limitaciones, puesto que existen otros factores que pueden influir en el bienestar de la gente y, de alguna manera, unirse a Internet, como por ejemplo el poder adquisitivo. Pero desde luego han puesto su granito de arena a la hora de pretender que no se denomina la red, al menos sin argumentos sólidos.
¿Cambiará esto la perspectiva de mucha gente? Probablemente no. Hoy en día la gente parece estar bastante divida acerca del uso que se hace de Internet y el impacto en el bienestar.
Sin recordar a veces que las herramientas siempre terminan por depender del uso que se da de ellas. En ese sentido, la tecnología no difiere de un martillo.
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Etiquetas: Curiosidades