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La NASA detecta el 'latido del corazón' de la Voyager 2 tras perder contacto a millones de kilómetros

La NASA detecta el 'latido del corazón' de la Voyager 2 tras perder contacto a millones de kilómetros
Foto del redactor Carolina González ValenzuelaFoto del redactor Carolina González Valenzuela

Redactora de Tecnología

En un inesperado cambio de rumbo, la sonda espacial histórica Voyager 2 ha vuelto a "latir", indicando que la nave espacial sigue funcionando y en contacto con la Tierra, aunque las probabilidades de que vuelva a operar como antes son limitadas. 

La agencia espacial estadounidense (NASA) recibió una señal inesperada desde lo más recóndito del espacio, justo después de perder contacto de forma accidental con la sonda espacial Voyager 2.

Esta legendaria sonda fue lanzada en 1977 con la misión de explorar los confines del sistema solar y convertirse en la mayor base de información de la humanidad sobre el universo. En la actualidad, la Voyager 2 se encuentra a más de 19.900 millones de kilómetros de distancia de la Tierra, más allá del sistema solar, por lo que perder la señal con esta fue una muy mala noticia.

Tal y como se informó hace unos días, un conjunto de comandos programados enviados a la Voyager 2 el 21 de julio provocó un desvío de la orientación de su antena, dejándola temporalmente incapaz de transmitir datos o recibirlos. 

Los expertos de la NASA no esperaban que este problema se resolviera hasta que la sonda realizara una maniobra de reorientación automatizada el 15 de octubre.

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La sonda espacial Voyager 2 vuelve a "latir"

Sin embargo, los especialistas en control de la misión no se rindieron y recurrieron a la red de antenas gigantes del Deep Space Network, complementada con algunas antenas terrestres, en un último intento por restablecer el contacto con la sonda.

Para su sorpresa y alivio, recibieron una señal que parecía ser un "latido del corazón" de la Voyager 2, indicando que la nave espacial seguía funcionando y en contacto con la Tierra. Aunque lograron detectar el pulso, aún no pudieron descifrar la información transmitida por la sonda, lo que deja dudas sobre su estado y los datos recopilados.

La directora del proyecto Voyager, Suzanne Dodd, expresó su optimismo y afirmó que están trabajando para reorientar la antena de la nave espacial hacia la Tierra, aunque advirtió que las probabilidades de éxito son limitadas.

A pesar de los desafíos a los que se que enfrentan y la incertidumbre, se prevé que sus fuentes de energía se agoten después de 2025. A partir de entonces, estas emblemáticas sondas —tanto Voyager 2 como Voyager 1— seguirán vagando por la Vía Láctea explorando los confines del espacio.

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Redactora de Tecnología, especializada en inteligencia artificial y ciberseguridad.

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Etiquetas: NASA