La Voyager 1 lleva casi 50 años en el espacio mandando distintos datos a la NASA, a pesar de esa enorme distancia que la separa de nuestro planeta.

A finales del año pasado, la Voyager 1 empezó a enviar datos ininteligibles a la NASA, y ha continuado también durante este primer tramo del año, hasta ahora.

Cuando parecía que ya era imposible recuperar la comunicación con la Voyager 1, la NASA ha confirmado que la nave vuelve a enviar información más o menos entendible para poder realizar la lectura de datos.

Y en esta última actualización de la NASA, el equipo de la misión Voyager 1 ha detectado una señal de vida, en la forma de una señal que ha resultado ser una lectura de la memoria del antiguo subsistema de datos de vuelo (FDS) de la nave espacial.

Si bien los datos no estaban en el formato adecuado, sí que es una señal esperanzadora que podrá permitir a la Voyager 1 continuar su misión durante varias décadas más.

Los científicos ahora están comparando los datos con la lectura anterior para determinar si hay algún tipo de discrepancia, pero les va a llevar bastante tiempo.

"El equipo está analizando la lectura. Usar esa información para idear una posible solución e intentar ponerla en práctica llevará tiempo".

La Voyager 1 ya ha pasado por multitud de dificultades desde su lanzamiento hace casi 50 años, por ejemplo, suministro de energía escaso, propulsores sucios y hasta fallos de software fatales.