Tal y como se comentó hace unos días, las redes sociales explotaron contra Gemini, el chatbot de Google, y una inclusión innecesaria e incoherente a la hora de generar imágenes. Por poner solo un ejemplo, un usuario solicitó una imagen de un soldado alemán de 1943 y el resultado fueron retratos que incluían soldados con rasgos asiáticos.

Ante la situación, Google tuvo que emitir una disculpa: "Estamos trabajando para mejorar este tipo de representaciones de inmediato. La generación de imágenes IA de Gemini generará una amplia gama de personas. Y esto, en general, es algo bueno porque la gente de todo el mundo lo usa. Pero aquí no da en el blanco".

El problema es que esto le ha salido muy caro y, según Forbes, Alphabet, matriz de Google, perdió la friolera cantidad de 90.000 millones de dólares en valor de mercado. Como era de esperar, Sundar Pichai, CEO de Google, calificó estos resultados como "inaceptables".

Sin embargo, mucho cuidado porque está circulando una teoría de la conspiración que sugiere que el problema con Gemini no fue simplemente un error accidental, sino que podría haber sido orquestado deliberadamente por Google por razones estratégicas.

¿Fue todo un espectáculo de Google o realmente Gemini falló?

Según esta teoría, Google podría tener motivos ocultos para evitar que la tecnología de IA generativa se vuelva viral en general —incluyendo su propio chatbot—, ya que Google podría estar bastante preocupado por el impacto que la IA generativa podría tener en su negocio principal de búsqueda y publicidad. 

Si los usuarios pueden obtener respuestas que son concisas y perfectas —tal y como hace el propio buscador— sin necesidad de hacer clic en webs y, por lo tanto, en anuncios, esto podría reducir los ingresos publicitarios de Google y amenazar su modelo de negocio actual. Por lo tanto, la empresa podría haber decidido sabotear sus propios productos de IA para evitar que la tecnología sea viral. 

Otra explicación posible es que Google esté tratando de mantener el control sobre el desarrollo y la adopción de la IA generativa. Si permiten que esta tecnología se vuelva muy accesible para otros competidores, significaría que estos podrían desarrollar productos o servicios que superen a los de Google, lo que pondría en peligro su posición en el mercado.

Al retrasar o sabotear los lanzamientos de productos de IA generativa, la compañía estaría intentando mantener su ventaja competitiva y evitar que otros se beneficien de esta tecnología para ganar terreno en el mercado.