Voy a simplificar y resumir lo que son los conceptos para acercar ambas posturas y que quede claro el paralelismo. Hay mucho más detrás de todo esto, pero seguramente muchos de nuestros lectores reconozcan con nostalgia algunos de estos tipos de programas de TV.

En los años 90 la TV y las nuevas tecnologías de la época eran un campo de investigación y se probaban muchos tipos de programas, el uso de SMS o las novedades que aportó más tarde la llegada de la TDT en el terreno de la información añadida a los contenidos.

Hasta entonces y como concepto, la TV era una programación continua, sin que el usuario tuviera más poder que cambiar de canal a otra programación continua. No existía la opción de ver contenidos bajo demanda.

Parte de eso es lo que Twitch ha vuelto a traer a la palestra, pero cambiamos canales de TV por creadores de contenido. No existe la opción de ver bajo demanda, de hecho, muchos creadores sacan trozos de sus directos, hacen clips internamente también, o los republican en YouTube para que estén disponibles a posteriori.

Ahora bien, ¿qué más tenían los programas de los 90 en común con plataformas como Twitch?

Twitch actualiza el concepto de hacer partícipe al espectador

Nuestros lectores más jóvenes no tendrán ni idea de la mayoría de programas de los que voy a hablar, pero seguro que muchos de vosotros recordáis programas como el Telecupón, donde en directo Carmen Sevilla y Agustín Bravo presentaban el sorteo del Cupón de la ONCE.

En ese programa, además de hacer pasar por un calvario a Carmen Sevilla con la pronunciación de programas y actores con nombre en inglés, tenían un pequeño concurso en el que los televidentes podían participar: Hugo.

No era más que un pequeño juego en el que mediante la pulsación de teclas del teléfono podías mover a izquierda y derecha al pequeño troll Hugo. Eso lo hacía un televidente en tiempo real, pulsando los números 4 ó 6 en su teléfono.

También había programas tipo concurso, habitualmente en horas de casi madrugada, tipo concurso que mediante llamada o SMS los televidentes podían participar. Solían ser concursos de adivinar algún objeto que se veía muy ampliado o bien de hacer alguna cuenta matemática o con monedas.

No voy a entrar en la ética de los que eran números 905 | 906 (de pago) y tenían a la gente esperando en línea, lo que viene siendo cobrándoles, hasta que salían –o no– en antena. 

Pero sí que voy a comentar el ejemplo de ese chat de contactos que aparecía en el que se mostraba el texto de los SMS, y al que recuerda sobremanera el chat de Twitch de hoy día. Era, al fin y al cabo, la versión de TV del chat de Terra.

Seguro que muchos recordáis el primer Gran Hermano y programas similares cuando era la audiencia quien echaba al participante y se hacía mediante votación por SMS, como las votaciones del chat de Twitch hoy día.

Esas votaciones han evolucionado hasta hoy día con la versión en QR y app móvil para la eliminación de candidatos de este tipo de concursos.

Creadores de contenido en Twitch, los juglares del siglo XXI

Muchos de los mal llamados YouTubers crean contenido, puede ser contenido de simplemente hablar de un tema, de compartir su punto de vista, de jugar a juegos con colegas o bien incluso, hacer concursos replicando otros formatos populares de la TV como el 50x15 que ha utilizado con otros creadores. IlloJuan, por ejemplo.

Cada creador tiene su temática, sus tendencias, sus celebraciones o agradecimientos distintos para cuando les donan dinero, Twitch no lo llama así, se llaman subs o bits, dependiendo del concepto, pero viene siendo dinero al fin y al cabo.

Subs es por suscribirte al canal, estar avisado de cuándo se hace directo, etc. y los bits son donaciones puras y duras que se hace entre usuarios de la plataforma.

En resumen, los creadores de contenido en Twitch son meros entretenedores de audiencia, son los trovadores del siglo XXI, los músicos callejeros o los puppeteers que están con marionetas y que reciben dinero de la gente que les ve.

De hecho, en plena época de pandemia muchos recordaréis lo que se convirtió en un meme, el periodista deportivo Gerard Romero, bailando una haka en plena entrevista al futbolista Luis Suárez que le miraba con estupor y cierta vergüenza ajena.

Aquí es como todo, hay creadores para todos los gustos, los hay que se parecen más a juglares, que ofrecen cierto tipo de contenido a otros que incluso se comportan como NPC y solo reaccionan a las donaciones. 

Lo que queda claro es que hay un cambio generacional en gustos, los que queríamos vídeo bajo demanda, ahora volvemos a ver cómo el usuario final vuelve a preferir contenido escaletado en Twitch y plataformas similares.