La gran mayoría de hogares cuentan con un sinfín de dispositivos conectados al wifi, pero existe un problema de peso que puede provocar un colapso total: los routers. 

Las operadoras cuentan con conexiones de hasta un gigabyte, es decir, un intercambio de unos 1.000 millones de bytes por segundo. ¿El problema? Que la tecnología actual con la que cuentan es incapaz de hacer frente a tantos dispositivos y no puede hacer frente de manera eficaz a ese tráfico. 

Actualmente, la mayoría de hogares cuentan con un router con wifi 5 y esta tecnología no puede hacer frente a la ingente cantidad de dispositivos conectados al hogar.

Para que te hagas una idea, el 96,1% de los hogares españoles disponen de acceso a banda ancha fija y solo el 13,1% accede a internet usando conexión mediante red móvil, según datos del Instituto Nacional de Estadística.

Es decir, el router es una pieza fundamental en el hogar de los españoles, pero se está quedando atrás respecto a las necesidades actuales. 

Chris Szymanski, directivo de Broadcom del que se hace eco El País, asegura que hay un enorme problema con los routers: "Vemos la crisis de capacidad más inmediata en el wifi". 

Como explica el INE, la gran mayoría de tráfico se gestiona a través del router, al que se conectan todos los dispositivos del hogar. Por este motivo, "La capacidad del wifi debe ser el enfoque principal de la banda ancha inalámbrica para impulsar nuevas aplicaciones que operan en interiores".

De este problema también se hace eco Diego Huertas, wireless global arquitect en Ikusi: "Las redes wifi actuales no tienen la capacidad suficiente para atender la gran demanda de conexiones y de aplicaciones", explica. 

"Es necesaria la migración a las últimas generaciones para evitar los problemas de congestión tan habituales y las quejas por parte de los usuarios", asegura.

El problema es que el crecimiento de dispositivos que pueden conectarse al router es enorme. "Habrá 19.500 millones de dispositivos conectados con conexiones inalámbricas en funcionamiento en el mundo, con un crecimiento anual del 20%", asegura Claus Hetting, presidente de Wi-Fi Now. 

¿Qué se puede hacer? Simple: dar el salto a nuevas tecnologías como el wifi 6E, que solo ha penetrado en el 18% de los hogares, o incluso el wifi 7, que está en desarrollo.

"Con la evolución a Wifi 7 se habilitan nuevas funcionalidades y una de ellas es poder hacer uso de la banda de 6GHz, que se utiliza para transmisión de la información", explica Huertas. 

"Esto abre nuevas posibilidades en velocidad de acceso y ayudará a resolver el problema de congestión. Sin embargo, en España únicamente se han habilitado la mitad de los canales de esta banda, dejando al país en desventaja para disponer de mayores capacidades", continúa.

La tecnología está disponible, pero falta que las operadoras empiecen a ofrecer ofertas con este tipo de tecnología. De no ser así, se podría dar un escenario muy problemático que podría desembocar en el colapso del wifi. 

Rahul Patel, vicepresidente de Qualcomm, es muy claro. Avanzar a una nueva tecnología es fundamental para evitar la "congestión que sufren tanto los espacios públicos como los hogares". 

Es más, calcula que habrá más de 20 dispositivos conectados en el hogar y se registrará en 5 años un tráfico de hasta 10GB en el 59% de las casas que generará "una situación crítica". 

A esta situación también apunta un informe de la consultora ABI Research, que advierte de la limitada capacidad de las bandas de los estándares de wifi más comunes. 

El estudio asegura que la permanencia en el wifi 5 podría tener un "desafortunado efecto en cadena de degradar la calidad de servicio por el aumento de congestión, latencia e interferencias".

"Un rendimiento mediocre socava la confianza del cliente en el operador, lo que puede determinar su abandono. Por lo tanto, los operadores de banda ancha están bajo una inmensa presión para ofrecer calidad de servicios wifi a sus clientes", advierten.