Si bien el hielo marino del Ártico se reduce en verano y se vuelve a congelar en invierno, como es lógico, ahora un reciente estudio ha descubierto que el hielo cada vez es menos extenso en esta zona del planeta.

En concreto, así lo ha señalado un equipo de científicos de la Universidad de Colorado, que ha descubierto que el hielo se derrite más de lo normal en verano y se congela menos de lo normal en invierno.

De hecho estiman que el primer periodo “sin hielo” del Ártico podría ocurrir a finales de esta década.

Y esto es un gran problema para el ser humano, porque sin hielo significa que los océanos se calentarán más rápido, se derretirán más capas de hielo y por lo tanto las temperaturas serán más altas y sufriremos mayor número de olas de calor al año.

Si bien el hielo marino suele alcanzar su menor extensión en septiembre después de que el calor de verano lo haya derretido, tanto este hielo de verano como el de invierno se están haciendo más pequeños.

De hecho, según la NASA, el 19 de septiembre de 2023 el Ártico registró su extensión mínima de hielo más baja desde que se comenzara a rastrear la zona con satélites.

Según este nuevo análisis, los investigadores predicen que las primeras condiciones “sin hielo” podrían ocurrir en septiembre a finales de la presente década.

En todo caso “sin hielo” no significa que la zona esté completamente libre de hielo, sino que se refieren que el océano tendría menos de 1 millón de kilómetros cuadrados de cobertura de hielo.

Comentan que esta contracción de hielo se producirá independientemente del escenario de emisiones, es decir, que se alcanzará un mínimo histórico de hielo en el Ártico aunque se reduzcan las emisiones de gases de efecto invernadero.

Para 2027 estiman que el Ártico estaría frecuentemente libre de hielo, no solo en septiembre, sino también entre agosto y octubre.