Centralia, el pueblo fantasma que lleva 60 años ardiendo, y no parará en 200 años
En sus mejores años, Centralia llegó a tener 2.500 habitantes. Pero no se puede vivir en un lugar que puede matarte solo con salir a la calle.
Portada del libro Centralia: Epicenter
El incendio de Centralia, en Pensilvania (Estados Unidos), comenzó en 1962, cuando aún tenía 1.500 habitantes. El fuego aún sigue ardiendo bajo sus pies, y continuará al menos hasta el año 2267, según los expertos.
Fundada en 1866 alrededor de la taberna Cabeza de Toro, en su época de mayor auge Centralia llegó a tener siete iglesias, cinco hoteles, veintisiete salones de fiestas, dos teatros, un banco, la oficina postal, y catorce almacenes y negocios.
Pero todo cambió cuando en 1962 se inició un incendio en un vertedero, que aún continúa. Y lo hará por otros 250 años más. Es casi imposible de apagar.
Centralia, la ciudad fantasma y su incendio invisible
Si hoy en día visitas Centralia, verás que el pueblo ha desaparecido por completo. El gobierno local ha derribado todas la casas. Solo quedan las de los únicos cuatro habitantes que se niegan a marcharse, pese a que les han quitado hasta el código postal.
En Centralia es peligroso algo tan cotidiano como salir a la calle. Un cartel en la entrada del pueblo, avisa: "Pasear o conducir puede producir lesiones, o la muerte. El suelo puede colapsar de repente. Hay gases tóxicos presentes".
Sin embargo, no hay visible ningún incendio en la zona. Pero huele a dióxido de carbono. Y, en algunos lugares, sale humo del suelo. ¿Qué ocurrió en Centralia?
Este pueblo de Pensilvania ha vivido toda su vida de la minería de carbón. El carbón ha sido la razón de su existencia, y también su perdición.
En 1962 comenzó a arder un vertedero, que imprudentemente estaba situado sobre una veta abierta de carbón. El fuego se propagó hasta el interior de la mina, que se adentra en la tierra miles de metros de profundidad, y se extiende más de 13 Kilómetros.
Tras 62 años ardiendo, el incendio aún está activo, a unos 1.500 metros de profundidad. Por la cantidad de carbón que alberga la mina, se calcula que no se extinguirá hasta dentro de unos 250 años.
Se han rodado varios documentales y reportajes contando su historia, aquí puedes ver uno de ellos:
Con un incendio eterno e invisible bajo tus pies, no es seguro seguir viviendo allí. El calor que genera el fuego quema las raíces, agrieta las carreteras, y produce derrumbamientos de suelos y casas.
Además desprende gases venenosos, como dióxido de carbono. Por eso el gobierno de Pensilvania decidió demoler el pueblo, y ya no queda casi nada.
Centralia, el pueblo fantasma con un incendio bajo sus pies, que ya dura 62 años. Y pasarán siglos antes de que se extinga. Vida y muerte ligada al carbón.
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